Juan López: un defensor ambiental que aspira llegar a la municipalidad de Tocoa, Colón

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Por: Xiomara Orellana

Su rostro y su nombre se conocieron con fuerza cuando enarboló la bandera de la defensa de los bienes comunes de la naturaleza en el departamento de Colón, norte de Honduras. Pero Juan López decidió incursionar en política y en las elecciones generales del 28 de noviembre del 2021, se postula a una de las regidurías de la corporación municipal de Tocoa. ¿Qué piensa hacer desde el interior de la municipalidad? Conversamos con este ambientalista de corazón, para conocer cómo pretende luchar desde de las estructuras políticas a favor de los recursos naturales de los pueblos de la región.

¿Quién es Juan López?

Juan López proviene de un hogar pobre y humilde. Sus padres eran campesinos, acostumbrados a cultivar los granos básicos, pero, cuando no había más tierra para labrar, emigraron de El Paraíso, Copán, el lugar en el que nació un 24 de enero de 1978, al municipio de Tocoa, en Colón, uno de los departamentos más asediados por el narcotráfico y por la industria extractiva en Honduras.

Su abuelo fue quien llevó a Juan y a su familia hasta Tocoa. “Eran las mejores tierras para producir”, recuerda que les dijo, por eso en esa comunidad asentaron sus raíces.

López profesa la religión católica y es un delegado de la palabra de Dios en la parroquia San Isidro Labrador, en la zona, además de un comprometido líder comunal. La iglesia, asegura, lo formó en la fe, le inculcó el compromiso con los pobres y la lucha por la defensa de la justicia y verdad. “Los Jesuitas me abrieron los ojos”, relata al CESPAD, refiriéndose a la Compañía de Jesús, una orden religiosa de clérigos regulares de la Iglesia Católica, mientras recuerda sus inicios en el camino de la fe.

Las luchas desde la Iglesia

Juan era un adolescente de apenas 15 años cuando se convirtió en un damnificado debido a los daños que a su paso dejó en Colón, la Tormenta Gert, en el año 1993. Esa tragedia lo hizo formar parte del Comité Regional de Damnificados del Aguán (COREDA), y en esta época empezó a involucrarse en el trabajo comunitario.

Después pasó a ser parte de una estructura denominada Comité Campesino Organizado Produciendo y Comercializando Como Hermanos (COPROCOHER), una organización que lo llevó a dar sus primeros pasos en el mundo de la lucha social.

“Estoy convencido que, en este valle del Aguán, que un día fue fértil y este país en su mayoría de vocación forestal, si no cambiamos como personas, para cambiar el sistema de injusticia, crearemos un holocausto social, económico y ambiental mayor”, Juan López. Foto tomada de Diario de Colón.

Con la llegada de empresas a la zona de El Aguán (que comenzaron a sembrar palma africana, banano, cítricos, y a hacer turismo), Juan López, quien también es un Pedagogo que ha formado parte de la Fundación San Alonso Rodríguez, comenzó a ser testigo de la forma en la cual las tierras de muchas comunidades eran arrebatadas a través de la represión, el hostigamiento y la persecución.

Pero López se puso a prueba cuando se incorporó en un frente de lucha contra la minería, empresas que llegaban a la región asediando las tierras, los territorios y los ríos de la zona. Así fue como ocupó el cargo de coordinador del Comité Municipal de Defensa de los Bienes Comunes y Públicos de Tocoa; integra, además, la Comisión sobre Tierra y Ambiente de la Diócesis de Trujillo. Desde estos espacios lucha contra las empresas transnacionales que destruyen los recursos de la zona.

Ocupar estos cargos y participar en la lucha por la defensa de los territorios, le permitió conocer con lujo de detalles cómo se han emitido las concesiones mineras y la adjudicación de zonas productoras de agua a empresas cuyo único objetivo es explotar sus tierras.

Por eso “asumí un papel en el tema de tierra y ambiente. El caso de Guapinol se ha convertido en la lucha icónica del Aguán por todas las implicaciones que ha tenido la defensa de la montaña”, dice.

De hecho, Juan recuerda cuando llegó a la comunidad de Guapinol para alertar a los pobladores del proyecto que amenazaba las fuentes de agua. “Váyase me dijeron. Estaban contentos porque aseguraban que la empresa les daría empleo”, cuenta el líder de Tocoa.

Pero hasta que las comunidades comenzaron a observar la destrucción del río Guapinol, en el año 2018, fueron declarándose en resistencia. Sin embargo, formar parte del liderazgo en esa oposición lo ha llevado a vivir momentos de tensión porque ha sido acusado y perseguido, junto a 31 líderes más, por oponerse al proyecto.

Y es que López ha estado en el “ojo del huracán”, debido a la llegada de Los Pinares, la empresa minera que se instaló en parte del área protegida de la reserva del Parque Nacional “Montaña Botaderos Carlos Escaleras”.

El saldo por defender la montaña les ha generado persecución, amenazas, criminalización y asesinatos. “Esto hemos pagado y sentimos que el problema no se ha resuelto y que seguiremos pagando el precio de defender la montaña”, asegura.

¿Por qué la Municipalidad?

 En marzo del 2021, Juan López formó parte de los precandidatos a la alcaldía del municipio de Tocoa, dentro del Partido Libertad y Refundación (LIBRE). Quiere llegar a ser parte de la corporación municipal “para defender a las comunidades y detener el avance de las empresas extractivas que amenazan con desaparecer los pocos recursos naturales que le van quedando a Tocoa”, dice.

López está convencido que debe formar parte de la administración pública para hacer cambios, “uno no se puede quedarse solo ejecutando. Se debe asumir el cargo para hacer cosas distintas”, agrega.

Ocho ambientalistas del municipio de Tocoa, norte de Honduras, permanecen en la cárcel por una serie de “delitos” relacionados con su rechazo a la concesión minera Los Pinares. Foto tomada de Conexihon.hn.

De 10 regidurías que tiene Tocoa, Juan va por la segunda y aunque no desconoce que le tocará hacer oposición en solitario, su lucha se centrará en evitar que más proyectos ilegales lleguen a la zona y amenacen la vida de las comunidades. De llegar, dice que dará la batalla. “Quiero hacer contrapeso, porque es vital tener información de primera mano para informar oportunamente y no cambiaré mi lucha”.

Su plan de trabajo: agua, ambiente y cultura

Este ambientalista sabe que no la tiene fácil, pero tiene muy claro que, una vez convertido en regidor, no le dará tregua a la minera y presentará una propuesta de rechazo a la empresa Los Pinares, la responsable de los desastres ocasionados hasta el momento en el Río Guapinol, principal afluente de muchas comunidades de Tocoa. También, la culpable del encarcelamiento injusto de ocho pobladores (desde hace más de dos años) que han formado parte de la resistencia a favor del río.

Quiero ir en consonancia con el sentir y pensar de las comunidades; es a ellas que me debo”, señala. Por eso su plan de trabajo dice que se enfocará en tres áreas: agua, ambiente y cultura.

Varias comunidades lo apoyan y quieren que esté dentro de la municipalidad para que promueva cambios y enfrente las estructuras del poder. “Voy convencido de ayudar a indignar a un pueblo con información y eso lo haré desde adentro”.

En resumen, Juan López es un hombre de fe y un líder de la iglesia católica que lleva en la sangre la defensa de la justicia. Quiere llegar a formar parte de la corporación municipal para estructurar con las comunidades, un plan a favor de la defensa de los ríos y los territorios de la zona y contrarrestar el ataque de las empresas extractivas que amenazan con desaparecer los pocos recursos naturales que le quedan a Tocoa.

Estoy convencido que, en este valle del Aguán, que un día fue fértil y este país en su mayoría de vocación forestal, si no cambiamos como personas, para cambiar el sistema de injusticia, crearemos un holocausto social, económico y ambiental mayor”, puntualiza.