Nasry “Tito” Asfura, el candidato a la presidencia de Honduras que quiere convencer a los Estados Unidos

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Foto: Acontencer noticioso. Tomada de: https://acontecerinformativohn.com/2021/01/29/declaran-sin-lugar-peticion-presentada-por-fiscalia-en-caso-que-involucra-a-papi-a-la-orden/

Por: Xiomara Orellana
Edición: Claudia Mendoza

¿Fue una gira de campaña política, una visita para establecer alianzas con personajes clave en Estados Unidos o una estrategia para dar paso al continuismo? Esas son algunas de las interrogantes que surgen tras conocerse que el candidato a la presidencia de Honduras, por el Partido Nacional, el partido de gobierno, Nasry “Tito” Asfura, viajó recientemente a Estados Unidos.

Las fotografías y videos que el propio presidenciable difundió, primero, en reuniones con hondureños radicados en Maryland y luego posando con el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, envió mensajes que ponen a pensar a los analistas políticos del país. Asfura también publicó la visita que hizo al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés), según explicó, para conocer la realidad que enfrentan los hondureños en la ruta migratoria.

¿Qué dicen los analistas políticos?

El viaje de Asfura genera miradas diversas. Según el análisis que hacen los expertos en contextos políticos, el viaje busca la aprobación internacional y dejar por sentado que tiene las puertas abiertas en el norte. Que no está vedado.

El viaje es analizado desde varias aristas. Primero, en materia de geopolítica. Honduras tiene en este momento una importante relevancia debido al análisis que hace la administración de Joe Biden a los escenarios que tiene en Centroamérica.

Y es que el gobierno estadounidense está enfrentando complicaciones para tener el control total de la región, en principio, con el rumbo que está tomando el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quien representa una amenaza en caso de que ese país centroamericano se vuelva plural con otras naciones y termine convirtiéndose en socio esencial con China. Por otro lado, Estados Unidos no controla a Nicaragua y el escenario que le queda es sostener, a toda costa, una relación con los aliados incondicionales: Honduras y Guatemala.

Estados Unidos necesita a esos aliados absolutos para que hagan su voluntad en temas vinculados con geopolítica, seguridad, narcotráfico, migración, entre otros. Honduras ha jugado un papel importante y por eso debe conservar el control. A las puertas del proceso electoral, explica el sociólogo Eugenio Sosa, el candidato que podría jugar ese papel es Asfura. “En Yani no confían por un tema moral. Manuel Zelaya con sus expresiones de solidaridad y acercamiento con Venezuela, Cuba y Nicaragua, no les agrada. Entonces, los gringos podrían estar apoyando un continuismo sin Juan Orlando Hernández”.

Lo que sí está claro es que “esos coqueteos iniciales” que hace Tito Asfura, no significa que Estados Unidos deje de actuar contra los corruptos.

Al contrario, ese país seguirá sancionando a funcionarios y políticos, incluyendo al actual Presidente Hernández. A criterio de algunos analistas, una vez que Hernández deje la presidencia se ejecutarán acciones en su contra, ya sea por actos de corrupción o narcotráfico. Tolerar o aceptar al candidato a la presidencia del Partido Nacional, es algo que puede considerarse una posibilidad.

En este ajedrez regional e interno, lo que se espera es que más allá de dar una bendición a un determinado candidato a la presidencia, se garantice un proceso transparente, para que no se permita la sombra del fraude, que tanto daño le hizo a Honduras en el 2017.

Tito Asfura, además, con esa visita quiere dejar el mensaje de que es un candidato que puede entrar y salir sin problema de Estados Unidos. Busca que los hondureños comprendan que es un candidato permitido. “Al final Estados Unidos puede tolerar el triunfo entre Asfura o Nasralla, es la opción para ellos”, considera Sosa.

Sin embargo, en su periplo, que Asfura haya visitado a Luís Almagro solo le recuerda a los hondureños que el Secretario General de la OEA, avaló la relección ilegal y cuestionada de Juan Orlando Hernández en el 2017 y que no es un socio confiable.

Hay otros analistas que consideran que ese viaje al norte es un primer paso para que Estados Unidos genere conciencia (entre los candidatos) de la necesidad urgente de “estabilizar la situación en Honduras” y, por lo tanto, que se requiere de elecciones políticas más o menos libres o que den una imagen de que serán auténticas y justas. Por eso, sentarse a negociar o sentarse con la persona que quede como ganadora del proceso electoral es vital, a cuatro meses de las elecciones generales. “Estados Unidos tiene claridad de que no le va a importar sentarse con alguien que sea de la estructura que representa a Juan Orlando Hernández”, sostiene el analista Joaquín Mejía.

En el apoyo que se le dio a Hernández en las elecciones del 2017, recuerda Mejía, “se impuso la condición de que debía pacificar el país y logró pacificarlo un poco, a través de la fuerza de las armas”.

En conclusión, el viaje del conocido político hondureño, llamado popularmente “Papi a la Orden”, es una señal de que el presidenciable quiere ser avalado por la gran nación del norte. Es la primera vez que un candidato realiza una gira como campaña política y con la necesidad subyacente de establecer alianzas.

Asfura quiere borrar los mensajes con los cuales desde “las tierras del Tío Sam” se ha cuestionado y señalado a buena parte de los funcionarios nacionalistas como corruptos, y que han sido declarados non gratos en ese país. La búsqueda por la aceptación y el aval de Estados Unidos es la llave que busca con una estrategia para ganar simpatías y convencer a muchos que él no es parte de los señalados, que no es de esos funcionarios públicos o políticos con los que nadie quiere, ni siquiera, tomarse una fotografía.