La Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH), denunció (una vez más) la irrupción de hombres que, portando armas de alto calibre, llegaron a amedrentar a los habitantes de Vallecito, tierra recuperada por la comunidad Garífuna.
Vallecito está ubicado en el departamento de Colón, municipio de Limón, a 75 kilómetros de Trujillo. Históricamente ha pertenecido al pueblo garífuna, sin embargo, la comunidad ha sido asechada por empresarios del cultivo de palma africana y grupos campesinos afines a estas empresas, al igual que por estructuras del crimen organizado y del narcotráfico que pretenden controlar la zona.
Previo a este incidente, la comunidad, meses atrás, ya había denunciado la
misma acción por parte de hombres armados en su territorio. OFRANEH ha interpuesto las denuncias ante las entidades correspondientes,
sin embargo, ninguna autoridad, incluyendo la Fiscalía de las Etnias del
Ministerio Público (MP), ha investigado y mucho menos coadyuvado a detener la
violencia y el riesgo en el que se encuentra Vallecito.
La Constitución de la República de Honduras, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo y otros compromisos adquiridos, obligan al Estado de Honduras a adoptar las medidas necesarias para salvaguardar a sus pueblos indígenas y campesinos.
Desde el CESPAD hacemos pública nuestra solidaridad con Vallecito y demandamos al gobierno y Estado de Honduras:
- Que el Ministerio Público investigue los hechos ocurridos en la zona, denunciados por la comunidad Garífuna de Vallecito.
- A la Dirección de gestión preventiva de riesgo de violaciones a los Derechos Humanos y conflictividad social de la Secretaría de Derechos Humanos (SEDH), considerar activar las debidas alertas y agilizar acciones de respaldo con el fin de resguardar la vida de la comunidad de Vallecito, Colón.
Finalmente, hacemos un llamado a la comunidad nacional e internacional a sumarse a las demandas del respeto de los derechos humanos de Vallecito y estar alerta ante este tipo de hechos que pone en riesgo la vida de los líderes, lideresas y la población Garífuna en general, que ha hecho de la resistencia su modo de vida.
14 de agosto de 2019, Tegucigalpa M.D.C.
