“Tienen una deuda con los pueblos originarios”

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Foto: Nancy García.

Escrito por: Nancy García

En la tierra del pueblo maya, con la presencia de más de quince organizaciones en defensa de los bienes comunes  del territorio nacional, acompañados por un clima gélido, rodeados de tambores, colores, pancartas exigiendo justicia por los asesinatos de defensoras y el agradecimiento a la madre tierra por parte de Pueblo Chortí y  garifuna se dio apertura al Encuentro de Pueblos y Comunidades: Hacia un Estado Intercultural en Honduras, en el Centro Universitario Regional de Occidente (CUROC).

Este encuentro se concibe como un espacio para el intercambio de experiencias de las diferentes comunidades que están luchando frente al modelo extractivista, la consolidación de una articulación que responda a las demandas de las organizaciones y debatir el tipo modelo educativo que se quiere construir a través de  las cosmovisiones de los pueblos originarios.

“Esta iniciativa nace como una idea de promover el trabajo de la universidad con los pueblos originarios, los pueblos afrohondureños. Un encuentro que pretende reconocer los grandes problemas de exclusión y desigualdad que existen en el país y que la universidad está alejada de esta realidad”, expresó Marco Tinoco, coordinador de la carrera de Sociología.

La  Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) a través de la carrera de Sociología,  organizaciones como El Centro de Estudios para la Democracia (CESPAD),  Instituto Ecuménico Hondureño de Servicios a la Comunidad (INEHSCO), Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (CIPRODEH), entre otras organizaciones que acompañan procesos en defensa de los bienes comunes, son parte de los impulsores de este encuentro.

No somos afrodescendientes, somos afrohondureños

Con la pluralidad de voces en las primeras conferencias, se discutió sobre las imposiciones coloniales en la sociedad hondureña y las diferentes alternativas que se pueden ejecutar desde las comunidades.

Para Aurelia Arzú, integrante de la Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH), nombrarles  afrodescendientes es seguir reproduciendo un lenguaje dominante que ha impuesto el sistema  y que deben ser nombrados afrohondureños. “Cuando hablamos de descendientes estamos hablando de toda la humanidad, no solo del pueblo garífuna.  Somos hondureños o garífunas simplemente”, indicó Arzú.

Aurelia Arzú – OFRANEH.

“En los pueblos esta la riqueza, en nuestros hijos , abuela. ¿Quién ha dicho que defender el rio es un crimen? Los ríos también tienen derecho a vivir. No tenemos esperanza en el sistema que estamos viviendo, la esperanza esta en el pueblo en nuestro hijos y en nosotros que queremos un futuro mejor”, enfatizó Arzú.

Agradecida de estar en el espacio invitó a las personas presentes a reflexionar sobre las sentencias emitidas contra el Estado de Honduras por parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre las comunidades de Triunfo de la Cruz y Punta Piedra. “No tenemos la culpa de ser los guardianes de los ríos, los bosques y los mares. No dejemos que nos quiten nuestra lucha, lo ancestral. O tenemos identidad si nos quitan lo ancestral” concluyó.

Eugenio Sosa.

Por su parte, el sociólogo Eugenio Sosa hizo énfasis en la relación del Estado con el capital, y que las  luchas  emprendidas no son contra a una empresa minera o hidroeléctrica, son contra un Estado-capital que facilita permisos de explotación y que acecha a las comunidades y comete crímenes que quedan en la impunidad. “Tenemos no menos de 300 asesinatos defensores y defensoras de los ríos, del agua y el bosque. Es una especie de genocidio en contra de los defensores que están en contra el extractivismo”, subrayó Sosa.

Además recalcó que nunca en la historia de Honduras  había existido una élite política tan degradada como la actual, presidida por el mandatario Juan Orlando Hernández.

Las mesas constructoras

Seguidamente la instalación de seis mesas con las temáticas:

  • Situación de los conflictos socioterritorales, ambientales desde la perspectiva de las mujeres,
  • Situación de los conflictos socioterritorales, ambientales en Honduras,
  • Situación de la Educación Intercultural en Honduras,
  • Situación del Patrimonio y la cultura encestar de los pueblos en Honduras

En la mesa número uno se identificó que el impacto del modelo extractivista afecta de manera diferenciada a hombres y mujeres, así como otros conflictos.  “Aquí vemos como las mujeres por los procesos de socialización y construcción de la crianza de los hijos, del sostenimiento de la familia. Si es un proyecto de hidroeléctrica o una minería que afecta el agua, la mujer en nuestra sociedad e es la responsable directa de los alimentos, del lavado de la ropa, el aseo de la casa, aquí está afectando de manera diferenciada a las mujeres”, señaló Zoila.

Zoila Madrid.

También se enfrentan a la lucha por la sobrevivencia de su familia,  la carga del trabajo domestico y en las organizaciones a las violencias ejercidas por los compañeros. “Una empresa genera división e impacta en la vida de las mujeres lo que hacen es violar a las mujeres joven es es y en algunos casos prostituirlas”.

Lucía Vijil. CESPAD.

Con el intercambio de experiencias de mujeres y hombres se logró realizar el diagnóstico. Lucía Vijil señala que los principales hallazgos se enmarcan en que los pueblos no desean  la instalación de proyectos extractivos. Han identificado que estos traen consigo: militarización, violencia, violencia psicológica, doble cargas laborales para las mujeres, mas vulnerabilidad para las mujeres por los círculos de seguridad por parte de las fuerzas armadas.

Para la mesa tres se expuso la situación del modelo educativo nacional, en ella se evidenció la mirada elitista de la universidad y las veces que ésta y las instituciones educativas se han rehusado a dar seguimiento a las propuestas  presentadas por los pueblos originarios que incluya sus cosmovisiones.

En este sentido de construir otra forma de educar, la OFRANEH está impulsando la creación de una universidad en Vallecito, Colón. “Estamos pensando que sea una universidad de conocimientos ancestrales, que precisamente no venga un maestro egresado de la universidad. Que venga la persona con saberes ancestrales. Lo que va a predominar son las clases de practica, las del campo, las parteras, hacer los materiales para el casabe. El pueblo indígena pueda estar cómodos con sus raíces”, comentó Arzú.

Por otra parte, el docente de Sociología Fernando Pacheco indica que existe una educación intercultural en Honduras, pero que enfrenta una serie de desafíos y retos que no responden a intereses de la diversidad cultural que se tiene y menos de los pueblos originarios.

Fernando Pacheco.

“La universidad está obligada a ofrecer una educación de alta calidad, a desarrollar proyectos de vinculación sociedad e investigar, bajo estas  tres funciones se pueden hacer acciones concretas. Por ejemplo, en la docencia prepara docentes que manejen a la perfección la situación de las realidades indígenas y que hablen su lengua, independiente de la carrera que elijan”.

De igual forma, para Pacheco, se debe primero identificar todos los filtros que excluyen a los pueblos indígenas y que preferencia a cierto de tipo de personas,  mestiza, de habla español, cristiana, urbana y bien identificados se debe empezar a erradicarlos. La prueba de aptitud académica es uno de los principales.

En las mesas cinco y seis se abordó la misma temática e identificaron que unos de los principales problemas a la hora de realizar investigaciones sobre el patrimonio cultural ancestral,  es que no se incluye la opinión y el conocimiento de los pueblos originarios. Que frente a esto las comunidades han creado sus propios medios alternativos, tales como las radios comunitarias y que la organización de los pueblos es determinante para la recuperación de la memoria colectiva.

Cabe destacar que es la primera vez que la universidad acompaña un encuentro de esta magnitud, hay intentos separados por parte de carreras de la Facultad de Ciencias Sociales y existieron puntos en común con el Movimiento Estudiantil de incluir las visiones de los pueblos originarios.