El presente análisis parte de la afirmación siguiente: “el Gobierno de Juan Orlando Hernández (JOH) logró mantener el control de la coyuntura que emergió del escándalo de corrupción en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) y del Movimiento de los Indignados, que protagonizaron las marchas de las antorchas”.
La afirmación anterior se sustenta en dos hechos centrales: uno, la movilización de la ciudadanía y de los sectores populares pasa por una tendencia de declive, lo que ha originado que las movilizaciones de las antorchas estén en un franco decrecimiento. Desde enero a julio se desarrolló una tendencia creciente de la movilización social. El mes de julio marcó el momento cumbre de las protestas, en el que convergió lo más álgido de las movilizaciones
de las antorchas, la huelga de hambre de los indignados, las tomas estudiantiles de casi la totalidad de los centros de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras y el paro campesino. Esta tendencia empieza a declinar en el mes de agosto y cae mucho más en el mes de septiembre.
