Más de un mes transcurre (3 de marzo) desde que se perpetró el cobarde asesinato de Berta Cáceres, lideresa indígena Lenca y defensora de los derechos territoriales y ambientales de pueblos indígenas en Honduras. Es el mismo periodo de tiempo que también transcurre, desde que comenzó un proceso de investigación del que se sabe poco y que deja muchas dudas sobre la seriedad, profundidad y su efectividad.