Por: German Reyes, periodista colaborador del CESPAD
El Consejo Nacional Electoral (CNE), pondrá a prueba en las elecciones generales del próximo 28 de noviembre, la que denomina tecnología de punta, adquirida para reforzar el Sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP). El proceso genera temores porque los miembros de las Juntas Receptoras de Votos (JRV), piezas clave en el proceso, están integradas por personas con muy poca instrucción técnica, y son las que tendrán la obligación de garantizar la transparencia de esta etapa del proceso. ¿Qué pasará el día de las elecciones si los equipos del TREP fallan, o los responsables de transmitir los datos no han sido lo suficientemente capacitados?
Los simulacros que hasta hoy ha realizado el CNE, han dejado a un sector de la población preocupado y a otro que se muestra expectante, debido a los problemas que se evidenciaron en diversas regiones del país, durante al momento en el que se realizaron las pruebas de transmisión de los datos.
El martes 16, para el caso, después de haberse realizado la primera prueba del TREP, los medios de comunicación dieron a conocer que el simulacro se había desarrollado exitosamente, pero con el correr de los días se fue evidenciando que esa “fue una verdad a medias”. De hecho, el CNE informó que, por problemas de conexión y fallas en la señal, en 29 de los 184 municipios donde se realizaron las pruebas, no se pudieron transmitir los resultados.
La tecnología de punta a prueba
La transmisión de resultados electorales preliminares (TREP), es un sistema de información oficiosa, que permite transparentar el resultado de las elecciones dando a conocer, en el menor tiempo posible, los resultados preliminares de las votaciones realizadas. Es un sistema que desde 1980 se ha utilizado para la transmisión de los resultados preliminares de los procesos de elecciones, y no es más que el envío de los datos contenidos en el acta de cierre de las JRV, que se mandan a un centro de cómputo que transcribe los resultados a una base de datos.
La novedad en las elecciones generales 2021 en Honduras, es la utilización de un equipo tecnológico más sofisticado, si se toma en cuenta que en los procesos anteriores solo se utilizaron teléfonos o fax. “Hoy, aparte de la computadora y de la impresora, también se utilizarán lectores de huellas, que esperamos que funcionen ya que en algunos lugares la cobertura de red es muy pobre”, dice Rolando Moncada, uno de los capacitadores del TREP, consultados por el CESPAD.
En octubre pasado, el CNE, a través del Instituto Nacional de Formación Política Electoral, inició la capacitación de 150 instructores nominados por los partidos políticos, alianzas y candidaturas independientes para que repliquen sus conocimientos en los 18 departamentos del país. Estos instructores capacitarán, a la vez, a las 18,293 Juntas Receptoras de Votos (JRV), que instalará el CNE en 5,755 centros de votación del país. La Ley establece que cada una de las JRV estará integrada por cinco miembros propietarios que tendrán voz y voto, al igual que sus respectivos suplentes.
El artículo 279 de la Ley Electoral establece que, a más tardar tres horas de haberse cerrado la votación, en sesión pública, el Pleno de Consejeros debe divulgar los resultados preliminares de los escrutinios.
Los miembros de las JRV, claves para la transparencia del proceso
Luego del simulacro, el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), fue uno de los sectores que se pronunció a través de un comunicado, en el que manifestó su preocupación por que, a menos de diez días para la realización de las elecciones generales, los encargados de manejar los equipos, que podrían ser la clave para la transparencia del proceso electoral, no saben ni instalarlos, destacando como principal problema, la falta de capacitación.
Por esa razón, el COHEP le solicitó al CNE que, conjuntamente con los partidos políticos, intensifiquen la capacitación de todo el personal que hará uso del equipo tecnológico el día de las elecciones y que, además, garanticen que habrá energía eléctrica y cobertura de internet en los centros de transmisión de resultados.
Pero esta fase del proceso ya ha tenido otros cuestionamientos. El dirigente del Partido Liberal, Rafael Canales, dijo a los medios de comunicación que muchos de los 150 instructores, enunciados atrás, se fueron para sus casas, sin los conocimientos suficientes, y por ello se cuestiona el tipo de réplica de formación que harán a los miembros de las JRV.
Los desafíos el día de las elecciones
Una situación preocupante, que se vuelve un desafío, de acuerdo con consultas hechas a persona que laboran en el interior del CNE, es que muchos miembros de las JRV son personas mayores que apenas lograron cursar la educación primaria. Por eso, los consultados dicen que tendrán cierta dificultad para el manejo de la tecnología, y de allí la importancia que el CNE garantice la correcta capacitación.
Otra situación que es muy importante para que los equipos funcionen, es que el CNE debe garantizar que los centros de transmisión de resultados estén dotados, mínimamente, de los servicios de energía eléctrica y de una red amplia de internet que les permita operar eficientemente el día de las votaciones. En otras palabras, uno de los grandes desafíos para el domingo 28 de noviembre, no solo es que los equipos funcionen correctamente, sino también que los 182 mil 930 miembros de las JRV estén lo necesariamente capacitados para el manejo de un proceso electoral confiable.
Otros dicen que no sucederá nada
Moncada insiste en afirmar que las fallas del sistema solo atrasarán los resultados preliminares que el CNE está obligado a dar a conocer tres horas después del escrutinio. “Habría discordancia en los resultados y se necesitaría más tiempo”, vaticina.
Otra consultado, el candidato a diputado, por el departamento de Yoro, Bartolo Fuentes, le resta importancia al funcionamiento de los equipos, porque “no se va a hacer una declaratoria oficial con resultados preliminares” sino con las actas originales de cierre que van a llegar a Tegucigalpa.
Los resultados preliminares lo que marcan es la tendencia de quién podría ser el presidente o presidenta de la República, “porque son las primeras papeletas que se escrutan y si al momento de darlos a conocer hacen falta 3 mil o 5 mil actas, el CNE determina que ese es el resultado de X porcentaje de actas computarizadas”, dice.
En términos del uso de la tecnología, para Fuentes el mayor problema no es si se puede o no enviar la información, sino que los datos sean confiables, porque en el escaneo se van a traducir los números escritos a mano a una versión digitales, y es en esa transcripción en la que puede haber lecturas erróneas, que van a ser corregidas por el operador, con la dirección de los representantes de la JRV.
“Allí puede haber problemas, porque si el representante del partido es muy dormido o está controlado, pueden poner un 9 donde es un 7, o un 8 donde es un 4. Esas son las cosas más riesgosas que hay en el TREP”, explicó, aduciendo que el riesgo siempre está en las mesas o JRV, porque a Tegucigalpa van a mandar esa acta escaneada y con números impresos.
Problemas… ¿superables?
Las autoridades del CNE han reconocido que, por problemas de conexión y fallas en la señal, 29 municipios no pudieron transmitir los resultados del simulacro realizado a inicios de esta semana, pero el codirector de sistemas de esa entidad, Gerardo Martínez, asegura que todos esos problemas de biometría y transmisión son superables y que el próximo 28 de noviembre, las 18,293 actas electorales serán transmitidas exitosamente.
Las opiniones son variadas. Rixi Moncada, consejera representante del Partido Libertad y Refundación, también ha manifestado que el CNE cuenta con un plan B, en caso que el sistema falle en algunos sectores del país.
Moncada dijo, según una nota publicada por diario El Heraldo, que si el sistema falla y no se puede transmitir, los miembros de las JRV tendrán que depositar el acta original en el sobre que va en la maleta electoral y que en el centro de acopio lo abrirán para corroborar esos datos. Moncada asegura que cada representante de mesa podrá confirmar los datos porque a ellos les quedará una copia de esa acta.
Con este panorama, los desafíos que se enfrentarán en el próximo proceso electoral, no solo están cruzados por temas como el funcionamiento correcto de los equipos tecnológicos comprados para la transmisión de los datos. También, por la voluntad o no, que puedan tener los partidos políticos y el mismo CNE, para, en este caso, generar una mejor y mayor capacitación de los representantes de las JRV. Si ellos no se instruyen bien, se corre el riesgo de que los resultados preliminares se contrapongan con los de las actas de cierre.
Así será la transmisión
Para que los lectores se formen una idea de lo que tendrán a su cargo los miembros de las JRV, sustraemos de las capacitaciones que, a través de instructivos en videos, el CNE le está brindando a las personas que conformarán las JRV.
En primer momento, en la transmisión de los resultados preliminares, los miembros de las JRV tendrán que manejar una computadora, una impresora y conocer el sistema que ha sido instalado para ese fin.
El cierre de las votaciones está programado para las cinco de la tarde, pero de acuerdo con el artículo 277 de la Ley Electoral, por unanimidad, las JRV pueden ampliar ese plazo una hora más. Luego, se realiza el escrutinio, el conteo y la redacción del acta de cierre que debe firmarse por todos los miembros propietarios.
Seguidamente, todos los miembros de la JRV en pleno, llegarán al centro de transmisión para realizar el escaneo y la transmisión de los resultados. Siguiendo la metodología, el secretario debe colocar el acta de cierre original en la bandeja superior multifuncional, con los datos hacia arriba, sin tocar ningún botón de la impresora. A la derecha o debajo de la impresora, habrá una laptop que en su pantalla contiene el botón de escanear y allí le dará clic.
Automáticamente, la impresora multifuncional tomará la hoja y la escaneará. Por ningún motivo se debe levantar la cubierta superior de la impresora, intentando colocar el acta de cierre que se quiere escanear y utilizando la bandeja superior. Al obtener el escaneo, el sistema pasará a la sección de previsualización, que es donde se debe verificar que el acta esté completa y que la imagen es lo suficientemente clara para su interpretación. Haciendo clic en la imagen, el acta de cierre se puede agrandarse para verificar si corresponde a las JRV, y si las firmas de los representantes están completas. Luego, pasará a la otra sección y si la imagen es buena le dará clic en confirmar, sino tendrá que iniciar de nuevo el proceso.
Una vez confirmada la calidad, el documento escaneado pasará a la pantalla de verificación en la que se podrá corroborar que el sistema interpretó correctamente los datos del acta de cierre, o corregir esa interpretación. Al confirmarse todos los datos, se habilitará el botón transmitir y en la pantalla aparecerá un recuadro con la leyenda “guardando y transmitiendo”.
Si la transmisión no se puede realizar por falta de conexión, aparecerá en la pantalla un mensaje con la leyenda “no se pudo establecer conexión” y en este caso los datos quedan guardados para transmitirse en una etapa posterior. El sistema continúa operando y pasa a la fase de impresión; a la izquierda de la pantalla estará el acta de cierre original y a la derecha el certificado de carga digital, que generó el paso anterior. Aquí se podrán ver resaltados los datos que fueron corregidos.
El presidente les entregará las copias de las actas a todos los miembros de las JRV, una copia de acta de cierre original y copia de la carga digital al Consejo Municipal Electoral del CNE. Todos estos documentos deben ser firmados por los miembros de las JRV y, en caso de que el certificado de carga digital no pueda ser transmitido, el documento impreso contendrá la leyenda, “acta no transmitida”. El sistema está programado para que las actas puedan ser transmitidas una sola vez.
