Geovanny Fuentes, sus numerosas muertes y conexiones con altos oficiales policiales y del ejército hondureño

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Por Alessandra Bueso
Periodista del CESPAD

Los detalles que da la Fiscalía del distrito Sur de Nueva York, sobre la forma en la que operó Geovanny Fuentes en Honduras, develan un historial en el que figuran numerosos crímenes y conexiones de alto nivel con oficiales policiales y del ejército hondureño y con Los Cachiros, el famoso grupo de narcotraficantes hondureños.

La vinculación de Fuentes con Los Cachiros y los Valle-Valle

Los Rivera Maradiaga, alias Los Cachiros, fueron designados en el año 2013 por el Departamento de Estado de los Estados Unidos como una peligrosa organización de narcotraficantes que operaba en el litoral atlántico hondureño. Leonel Rivera Maradiaga, hermano de Javier Eriberto, Santos Isidro, María Lizeth, integrantes de la famosa banda de narcotraficantes hondureños, fue la persona con quien Geovanny Fuentes cimentó una relación estrecha, con la que ayudó a transportar múltiples cargas de drogas.

Aunque no se establece fecha de este episodio, el informe de la Fiscalía de Nueva York narra que en una discoteca, ubicada en Choloma, Cortés, Norte de Honduras, Fuentes se reunió con Leonel Rivera y otra persona a la que identifican como CCC-1. La discoteca era propiedad de CC-1.

Durante la reunión, Fuentes le dijo a Leonel Rivera que había asesinado, para los Cachiros, a un mecánico de botes, identificado en el documento de la Fiscalía como «Víctima 1», un hombre que maniobraba una de las lanchas de alta velocidad que poseía Fuentes y que usaba para transportar cocaína.

El acusado explicó en la Fiscalía de Nueva York que escuchó a la Víctima-1 decir que había sido contratado por Leonel Rivera para arreglar una de sus embarcaciones, pero que la Víctima-1 no hizo todas las reparaciones solicitadas y, pese a ello, se quedó con todo el dinero que se le dio en pago. Leonel Rivera buscó a Fuentes y este se puso en contacto con el Jefe de Policía de la zona de Puerto Cortés, a quien se le ordenó que capturara a la Víctima-1 para que se la entregara. Cuando Fuentes tuvo en su poder a la Víctima 1, le disparó dos veces en la cabeza y luego él y sus trabajadores se deshicieron del cuerpo en un punto, a lo largo de la frontera entre Honduras y Guatemala.

Integrantes de Los Cachiros, una organización que fue designada en el año 2013, por Estados Unidos como una agrupación de narcotraficantes que operaban en el litoral Atlántico, particularmente en los departamentos de Gracias a Dios, Colón y Atlántida. Foto tomada de BBC.COM
Integrantes de Los Cachiros, una organización que fue designada en el año 2013, por Estados Unidos como una agrupación de narcotraficantes que operaban en el litoral Atlántico, particularmente en los departamentos de Gracias a Dios, Colón y Atlántida. Foto tomada de BBC.COM

Para que Leonel Rivera confirmara la muerte, Geovanny Fuentes le mostró una foto en su teléfono de la Víctima-1, asesinada, y le aseguró “que protegería siempre sus intereses”. Como resultado de esa operación, Leonel Rivera le dijo al acusado que ya no le reembolsara los 10, 000 dólares que le había dado en una reunión, cuando le pidió dinero porque tenía un familiar enfermo.

Días después, Geovanny Fuentes y algunos de sus co-conspiradores que aparecen en la acusación, incluidos CC-1 y CC-5, se reunieron con Leonel Rivera para discutir otro asesinato. CC-5 era un miembro de la Policía Nacional de Honduras que trabajó durante años con, entre otros, el acusado

(Giovanny Fuentes), CC-1 y Leonel Rivera para proteger sus cargamentos de droga y apoyar sus actividades de narcotráfico.

Durante esa reunión, CC-1 dijo que el grupo, incluido Geovanny Fuentes, había matado a dos asesinos (Víctima-2 y Víctima-3), responsables, a su vez, del asesinato de un familiar de CC-1. Al igual que con el asesinato de la Víctima-1, CC-1 explicó que utilizaron a miembros de la Policía Nacional de Honduras para ayudar a localizar y capturar a la Víctima-3 y la Víctima-4.

Las víctimas 2 y 3 fueron llevadas a una propiedad, en un lugar remoto del departamento de Cortés. En ese lugar se torturó a las víctimas, incluso, se les cortó una oreja para luego ser asesinados. CC-5 le dijo a Leonel Rivera que los asesinaron para asegurarse de que no atacaran a Los Cachiros.

Una vez que Fuentes se ganó la confianza de los Cachiros, a través de los crímenes que cometió “para ayudarlos”, comenzó a trabajar en el envío de cargamentos de drogas. Es aquí cuando aparecen en escena los miembros de la agrupación hondureña Los Valle-Valles, que tenía una base de operaciones en el departamento de Copán, en el occidente de Honduras.

A mediados de 2011, el acusado, CC-1, y varios de sus trabajadores ayudaron a transportar aproximadamente 400 kilogramos de cocaína en un camión desde Tocoa, Colón, hasta La Entrada, Copán. La cocaína fue enviada por avión desde un proveedor colombiano que es identificado como CC-6, a una pista de aterrizaje controlada por Sergio Neftalí Mejía Duarte (Hondureño extraditado y condenado en EEUU), en el departamento de Gracias A Dios de Honduras.

Antes de que llegara el avión, Fuentes y CC-1 se reunieron con Leonel Rivera en Tocoa y acordaron utilizar sus contactos policiales para garantizar el paso seguro de la cocaína a Copán, donde sería recibida por el cartel de Los Valle-Valle, y luego transportada a Estados Unidos por otros co-conspiradores.

Cuando la cocaína llegó a la pista de aterrizaje, los miembros de la organización Los Cachiros (que iban armados con ametralladoras), transportaron la droga a Tocoa. Desde allí, el imputado y sus trabajadores, quienes también iban armados con pistolas y rifles de asalto, transportaron la droga hasta los Valle-Valle, en Copán. Al acusado se le pagó aproximadamente 40, 000 mil dólares por este trabajo. Posteriormente, en 2011, Fuentes, CC-1, y varios de sus trabajadores ayudaron a transportar un estimado de 475 kilogramos de cocaína, desde Tocoa a Copán.

CC-6, el colombiano, envió la cocaína en avión a una pista de aterrizaje, esta vez en el departamento de Olancho, un territorio controlado por Fredy Renán Nájera Montoya, ex diputado hondureño y narcotraficante a gran escala, que espera su sentencia el próximo 5 de marzo en la Corte del Distrito Sur de Nueva York.

Al igual que en el envío anterior, Fuentes, CC-1 y sus trabajadores tomaron el control de la cocaína en Tocoa, la transportaron en un camión a los Valle-Valle en Copán y custodiaron el cargamento con armamento pesado, incluidas ametralladoras. A Geovanny Fuentes se le pagó aproximadamente 50, 000 mil dólares por este trabajo de transporte. Luego de estas cargas de droga, Fuentes, también recibió cargamentos de cocaína directamente de CC-6, sin que Los Cachiros actuarán como intermediarios.

CC-7, otro narcotraficante identificado en el documento de la Fiscalía y que trabajaba con Leonel Rivera, le dijo a Rivera que Fuentes había recibido un avión que contenía cientos de kilogramos de cocaína de CC-6, en territorio controlado por Los Cachiros. CC-5 (Oficial de la Policía), también llamó, por separado, a Leonel Rivera y le explicó que Fuentes y CC-5 estaban trabajando con CC-6, y pidió permiso para que el grupo recibiera un avión cargado de cocaína en territorio controlado de Los Cachiros. Leonel Rivera dio autorización.

Geovanny Fuentes Ramírez es considerado por la Fiscalía de Nueva York como un narcotraficante violento y a gran escala. Su juicio está previsto para el 8 de marzo del 2021, a las 9:30 am.
Geovanny Fuentes Ramírez es considerado por la Fiscalía de Nueva York como un narcotraficante violento y a gran escala. Su juicio está previsto para el 8 de marzo del 2021, a las 9:30 am.

Matan a Policía que investigó Narcolaboratorio en Omoa, Cortés

Mientras trabajaba con Los Cachiros, el cartel de Los Valle-Valle y CC-6 para transportar cargamentos masivos de cocaína, Geovanny Fuentes continuó usando su laboratorio para producir y transportar cientos de kilogramos de cocaína por mes. Aproximadamente en el 2011, Fuentes y CC-1 se reunieron con Leonel Rivera para discutir “sobre el Laboratorio”. Durante esa reunión, Fuentes estaba armado con un rifle de asalto y una pistola que se modificó para disparar automáticamente.

Fuentes explicó que su Laboratorio seguía produciendo aproximadamente de 200 a 300 kilogramos de cocaína al mes, pero que le preocupaban las investigaciones policiales porque el contacto policial al que estaba sobornando había sido reemplazado en el departamento de Cortés. Como resultado, Fuentes se asoció con otro narcotraficante importante llamado CC-8, quien apoyó económicamente al acusado, con su Laboratorio de cocaína. Además, tenía contactos policiales adicionales que ayudaron a detener las investigaciones que se hacían contra ellos.

Fuentes también ayudó a CC-8 a recibir cocaína en las pistas de aterrizaje que controlaba en Cortés. Por ejemplo, alrededor del 2011, CC-1 le dijo a Leonel Rivera que CC-8 había recibido un envío de aproximadamente 300 kilogramos de cocaína por avión a Honduras y que Fuentes había ayudado a descargar la cocaína, pero que esa droga había sido incautada por las autoridades.

En otra ocasión, Fuentes recibió un cargamento aéreo de aproximadamente 275 kilogramos de cocaína en la pista de aterrizaje que controlaba en Cortés, que había sido enviado por otro testigo colaborador, por orden de Leonel Rivera.

A pesar de la ayuda que CC-8 prometió, las fuerzas del orden público de Honduras finalmente allanaron el laboratorio del acusado. Eso llevó a Geovanny Fuentes a esconderse por un breve período de tiempo. Sin embargo, no fue investigado ni detenido a pesar de que la propiedad en la que se encontró el laboratorio de cocaína estaba a su nombre en los registros públicos. Después del allanamiento, Fuentes, relata el documento de la Fiscalía de Nueva York, se jactó de estar feliz porque estaba protegido de una investigación y que no sería arrestado.

Para lograr esa protección se reunió, entre otros, con un juez de alto rango en Honduras, identificado como CC-10, quien le aseguró al imputado que no sería investigado ni arrestado por el allanamiento de su Laboratorio. Al finalizar la reunión, el imputado sobornó a CC-10 con, aproximadamente, 30 mil lempiras por su ayuda.

Geovanny Fuentes continúo en reuniones con Devis Leonel Rivera, en San Pedro Sula. Durante esa reunión, Fuentes dijo que había matado a uno de los policías involucrados en el allanamiento al narcolaboratorio, identificado como Víctima-4. Explicó que el oficial fue identificado cuando habló sobre su participación en la operación, en un club nocturno.

Más asesinatos

Aproximadamente en el 2013, Geovanny Fuentes se reunió nuevamente con Leonel Rivera en busca de su ayuda para cobrar una deuda. Era dinero que le debía un traficante hondureño que la Fiscalía de Nueva York identifica como CC-11, que tenía su sede en Guatemala. Fuentes le habló a Rivera sobre este tema porque este Cachiro había trabajado con CC-11 en el pasado, incluso, contratando a varios de los asesinos de CC-11, que intentaron sin éxito matar a uno de sus rivales.

Durante la reunión, Fuentes dijo que CC-11 le debía a él y a CC-1 varios millones de dólares por, aproximadamente, 500 kilogramos de cocaína. Agregó que le daría a Leonel Rivera el cinco por ciento de esa cifra si le ayudaban a cobrar la deuda. Rivera accedió a ayudar y mantuvo una serie de reuniones en Guatemala con CC-1 y CC-11, entre otras. CC-11 reconoció que Geovanny Fuentes le había proporcionado varios cientos de kilogramos de cocaína y prometió devolverle el dinero, utilizando las ganancias de un envío de drogas pendiente desde Colombia.

Según Fuentes, para lograr el trasiego de drogas por Honduras, contó con la colaboración de jueces y miembros de la Policía y el Ejército de Honduras.
Según Fuentes, para lograr el trasiego de drogas por Honduras, contó con la colaboración de jueces y miembros de la Policía y el Ejército de Honduras.

Unos meses después, en el 2013, el acusado solicitó 1 millón de dólares en ganancias por el tráfico de drogas pertenecientes a Los Cachiros. Durante una reunión entre CC-1 y Devis Leonel Rivera, CC-1 dijo que él y Fuentes tuvieron la oportunidad de participar en el traslado de un gran cargamento de cocaína que estaba siendo transportado por mar y solicitó a Los Cachiros que invirtieran 1 millón de dólares. Leonel Rivera se negó.

Hubo una reunión posterior en la que CC-7 le dijo a Rivera que Geovanny Fuentes y CC-1 estaban molestos con él porque les debía aproximadamente 300 kilogramos de cocaína de un envío de droga. También que estaban molestos porque los Cachiros no invirtieron el 1 millón de dólares, cómo habían pedido.

A CC-7 le preocupaba que Fuentes y CC-1 fraguaran su asesinato y el de Los Cachiros, por eso pidió a Leonel Rivera que interviniera. Después de esta reunión, Fuentes y CC-1 contrataron asesinos que mataron a CC-7. Pero, después del asesinato de CC-7, Leonel Rivera contrató a un asesino llamado CC-12, que había trabajado con Fuentes y CC-1 en el pasado, para matar a CC-1. Ese mismo asesino intentó matar a Geovanny Fuentes, después.

Sin embargo, el 1 de marzo del 2020, Geovanny Fuentes fue arrestado en Miami. Tras su arresto, renunció a sus derechos e hizo declaraciones incriminatorias sobre la policía y el ejército hondureño. Admitió conocer a muchos capos del narcotráfico en su país, con quienes describió haber tenido una larga trayectoria en diversas transacciones de droga, al igual que en múltiples crímenes.

Geovanny Fuentes Ramírez es considerado por la Fiscalía de Nueva York como un narcotraficante. Su juicio está previsto para el 8 de marzo del 2021, a las 9:30 am.