Alerta | El COVID-19 no es obstáculo para que la élite siga entregando el territorio

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En el actual contexto del país marcado por una crisis social y humanitaria generada por los efectos del COVID-19, el 27 de marzo La Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (MIAMBIENTE)  hizo público un comunicado haciendo un llamado al capital nacional y extranjero a presentar sus solicitudes de “Licencia Ambiental” para el desarrollo de proyectos extractivos.

Son estrategias similares a las que se han utilizado en el pasado; por ejemplo en 1998 cuando el país sufría los efectos del Huracán Mitch y con el pretexto de atraer inversiones y reactivar la economía nacional, se otorgaron una serie de concesiones mineras y planes de manejo para la explotación del bosque, de igual forma se actuó durante el periodo post-Golpe de Estado del 2009, la élite política y económica con el mismo discurso profundizaron el proyecto extractivo a través de concesiones mineras, proyectos generación de energía (solar, eólica, hidroeléctrica), agronegocio y las ciudades modelos.

La actual estrategia del régimen surge en una coyuntura territorial marcada por la disputa del territorio y defensa de los bienes comunes naturales, denuncias de organizaciones internacionales ante la constante violación de los derechos de las comunidades rurales, campesinas, indígenas y garífunas y por la escalada de los impactos negativos del proyecto extractivo en el ambiente y en la salud de las comunidades.

La actual estrategia del régimen es irresponsable y autoritaria, ya que no se generan los procesos de consultas, y además se presta para seguir profundizando la corrupción extractivista, en un momento histórico en el cual el país necesita avanzar por una senda democrática y transparente, en la búsqueda de un desarrollo sostenible y en la promoción y respeto a los derechos humanos. En conclusión, la actual estrategia solo viene a profundizar los actuales niveles de conflictividad y violación de los derechos de las comunidades.

En el actual contexto adverso para los intereses de la sociedad hondureña y de las comunidades en resistencia, desde el CESPAD exigimos:

    1. Al Gobierno, a tomar medidas económicas y políticas sociales encaminadas a darle respuestas a los grandes problemas de la sociedad hondureña, sin comprometer la convivencia sana y pacífica de las comunidades. Estos esfuerzos deberán estar encaminados a erradicar los altos índices de exclusión y desigualdad que acentúan los círculos de la pobreza.
    2. Al Congreso Nacional, decretar un período de veda en la explotación de los recursos naturales, abriéndose un proceso de revisión legal, técnica y administrativa de las concesiones entregadas en los últimos veinte (20) años.
    3. A MIAMBIENTE, a desistir de sus procesos administrativos de entrega de licencias ambientales que, en el actual momento crítico de país, esas decisiones solo vendrán a agudizar los actuales conflictos territoriales y a profundizar el deterioro de los derechos humanos de las comunidades rurales.

Tomando en consideración el actual estado de terror nacional en que se encuentra la sociedad hondureña, alertamos a las organizaciones territoriales, organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos a estar pendientes sobre el desarrollo de esta medida, ya que sin duda vendrá a acrecentar la actual conflictividad socioambiental y a profundizar la violación de los derechos humanos.

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