El toque de queda en tiempos del coronavirus en Honduras

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Foto: La Prensa

Por Claudia Mendoza
Periodista y miembro del equipo de analistas del CESPAD

Mientras las noticias del mundo anunciaron que 19 ancianos murieron en un asilo en Madrid por Covid19, que la cifra de muertes en el mundo ya sobrepasan los 9 mil y un italiano advierte de las 6 etapas de la enfermedad, en Honduras, uno de los países más pobres de Centroamérica, su pueblo espera el despunte del virus en medio de pánico, toques de queda y el temor de un sistema sanitario que se prevé, no soportará la embestida.

Desde la crisis y convulsión social que se generó en Honduras, con la reelección al margen de lo establecido en la constitución de la República, de Juan Orlando Hernández, en noviembre del 2017, este país centroamericano no había vuelto a sobrellevar medidas que restringieran las garantías constitucionales o la implementación de toques de queda, tal como lo anunció y efectúa el gobierno desde el lunes 16 de marzo.

De allí que las calles de Tegucigalpa, que está en la lista, junto a San pedro Sula, Choluteca y La Ceiba, de ciudades que tienen toque de queda absoluto, luzcan vacías y estén silenciosas. Muchos, por pánico, miedo o terror a contagiarse han hecho caso de las medidas y se han encerrado en sus casas. Otros, la minoría, ya sea porque tiene que salir a las calles a ver cómo se ganan la comida del día o porque deciden abiertamente retar a la autoridad, han sido obligados a regresar a sus viviendas, por elementos policiales.

El Carrizal, colonia que queda en la entrada de Tegucigalpa, fue inquietada por elementos policiales desde tempranas horas. “Hay un brote y unas 4 personas tienen coronavirus”, decían los chats de WhatsApp de los periodistas, mientras comenzaban a circular imágenes de patrullas con policías que en caravana se desplazaban a la zona. Aunque no fue por muertes o asesinatos, a la colonia Lincoln le pusieron una cinta amarilla en la entrada. “Hay otro brote y es necesario poner en aislamiento a la colonia”, decía otro chat. A los periodistas también hay que ponerlos en cuarentena, ordenó la autoridad porque las fotografías fueron testigo de la imprudencia de algunos reporteros gráficos y de algunos comunicadores que cubrieron la noticia sin las medidas que se establecen.

Las cadenas nacionales no dejan de transmitirse a diario en los medios de comunicación. Los hondureños “paran las orejas”. Será un contagiado más, ya habrá explotado la pandemia, serán cientos, habrá algún muerto, en qué parte del país será”, pregunta la gente.

Al momento de última actualización de este escrito, el gobierno dice que ya suman 12 los contagiaron con Covid-19, en Honduras, sin embargo, hay quienes afirman que son cientos y hasta miles, pero que el gobierno oculta los datos porque no sabe dónde meter tanto enfermo. Otros afirman que ni siquiera saben dónde están ni cuántos son, porque dejaron entrar a muchos al país sin haber sido registrados y mucho menos hacérseles el análisis bioquímico correspondiente. “Y ya para qué”, dice un vecino. “Llegarán tarde esas papadas de todas formas y ya dejaron pasar a muchos que venían con la peste por los aeropuertos. Fueron negligentes”, agrega.

En un canal de televisión, el esposo de una de las dos mujeres que se dieron a conocer como los primeros casos en Honduras, reclamaba la falta de información porque no sabía mucho de su esposa y exigía a las autoridades hondureñas información de su familiar, saber cómo y dónde estaba exactamente.

Pero mientras el debate persiste en los hogares y en los medios de comunicación, los mercados de la capital se resisten a quedar solos. Sus inquilinos deben trabajar y se muestran molestos porque viven y comen de lo que hacen a diario. A los vendedores ambulantes les da miedo el coronavirus, pero salen a escondidas intentando vender alguna bolsa de cacahuate, chicles, galletas o quizás un cigarro.

Los que en Honduras se llaman pequeños y medianos productores reclaman medidas justas para sobrevivir el embate económico por el cierre de sus empresas. “Si se cierran maquilas, doctores y enfermeras no tendrían vestimentas para atender casos de Covid19”, dijo uno de los grandes empresarios. Escuché a un vecino decir: ¿y es que las maquilas hacen material para médicos y cirugías? Vaya manipulación”, dijo.

Es un miedo creado, dicen algunos. Es una política de terror que el gobierno logró meter en la cabeza de la gente para emitir decretos, leyes y robar grueso, una vez más, dicen otros. Hay coronavirus en Europa porque está helado ahorita, pero aquí no hay casos porque resiste al calor; se los han inventado, agregan los escépticos. Las medidas están buenas, sugieren quienes creen que era urgente aislar a la población para evitar un mayor contagio.

En los hospitales los miembros del Colegio Médico de Honduras gritan las que llaman mentiras del gobierno. No hay equipo, no hay mascarillas, no hay guantes. Usan bolsas plásticas en las manos y pies para protegerse, dicen en un video que hicieron circular. El gremio de enfermeras auxiliares también teme. Sacaron un comunicado hace algunos días que, aunque no fue tan visible en los medios de comunicación, a gritos pedía auxilio, quizás al pueblo, porque el gobierno dice esperen, ya viene en camino el equipo.

“Ni modo, ni modo se mueren, porque nos llegaron todos a un mismo tiempo”, dijo Elsa Palou, Exsecretaria de Salud en un foro televisivo del fin de semana. ¿Así?, le replicó el periodista. “Ni modo se mueren y cómo no se van a morir sin ventilador, si lo ocupan”, volvió a decir con firmeza, la doctora. La discusión hizo referencia a que Honduras no tiene en este momento ni 100 ventiladores mecánicos para atender a los contagiados por coronavirus que se agraven y los requieran. Es decir, si hubiese en este momento 150 personas contagiadas y en estado crítico, 50 simplemente se mueren. Al hacer más gráfica la situación, el resto de los panelistas dijo que tampoco alcanzarán las camas ni los expertos (neumólogos, especialistas en medicina interna, entre otros) en el manejo de ventiladores mecánicos que, en el país, no llegan ni a 50.

Ya estamos en la etapa 3, dicen las autoridades. “Quedate en casa”, es el lema. Y así transcurren los días de coronavirus en Honduras. Así se van dibujado las anécdotas en un país que vive la angustia de no saber qué pasara hoy, mañana, pasado mañana, en una semana o en un mes.

Descargar: Análisis6 – CESPAD