A 10 años del Golpe de Estado: valoración mediante evidencias de su impacto en la vida política, la sociedad y la economía

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Foto: CESPAD

¿Qué tanto ha sido el impacto del golpe de Estado del 2009 en la economía y sociedad hondureña? ¿Cuál es el estado de las principales variables económicas, sociales y políticas después de 10 años de sus desbastadores efectos? ¿Qué podemos esperar en el futuro inmediato a partir de los comportamientos observados hasta hoy en estas variables?

Las respuestas a estas interrogantes, las presenta el Centro de Estudio para la Democracia (CESPAD), en el documento “A 10 años del GOLPE de Estado: valoración mediante evidencias de su impacto en la vida política, la sociedad y la economía”, el que plantea datos e indicadores que revelan que el golpe de Estado tuvo un efecto dramático, que mantiene en coma la nación, algo que ni los más afiebrados gestores y promotores del golpe de 2009 pudieron calcular. Sus impactos han marcado al país de un modo tan determinante, al punto que es posible establecer un antes y un después de la nación hondureña a partir de este acontecimiento.

A manera de una radiografía, este documento muestra que estos 10 años, han sido de crisis continuada y sin solución en lo inmediato. Con este informe se busca que sean los indicadores y cifras estadísticas, en los ámbitos económico, social y político, los que (más que los argumentos) nos relaten la real situación que vive el país después de una década de caótica sobrevivencia a una de las principales catástrofes políticas que ha vivido Honduras.

Algunas conclusiones:

En la Economía:

  • La economía crece menos (3%, cuando antes creció al 5%); 
  • El nivel de vida de la población, medido por PIB por habitante,  decayó (de una tasa de crecimiento de 2,8% cayó a 1.2%).
  • La promoción anunciada de empleo se opacó ante un incremento del desempleo (de 3% a 6%-7%) y el subempleo (de 33% a 63%).
  • La inversión extranjera ha reducido su dinámica: crece a la mitad de lo que crecía en el período antes del golpe (de 15% a 7%).
  • El Gasto Social ha venido a menos (del 12,2% al 9.2% del PIB), mientras el gasto militar se ha incrementado sustantivamente (del 0.6% al 1.6%).
  • La Deuda Pública en 2017, en dólares constantes, es casi 4 veces mayor a la de 2008, y en porcentajes del PIB ascendió en mucho más que el doble (del 20% al 48%).
  • El Déficit Fiscal alcanzado en los cuatro gobiernos del post-golpe ha sido mayor (-4.5%) que en el período previo (-3.9%).

En el ámbito social:

  • Lejos de reducirse en los 10 años transcurridos, los niveles de pobreza tanto total como extrema crecieron.
  • Aun con una relativa inconsistencia en los indicadores, la desigualdad persiste y Honduras sigue siendo uno de los países más desiguales del mundo.
  • La violencia del actual período es mayor, aunque con fuertes reducciones dentro de este segundo período, pero no hay ninguna mejoría en el clima de paz.


En el ámbito político:

  • La población no valora positivamente la economía, y el porcentaje de gente que si lo hace cayó de 21% a 12%.
  • Se ha disparado hasta un 86% la población que cree que el rumbo que lleva el país es equivocado
  • Esto se traduce en menos confianza en el futuro. Los que creen que sus hijos vivirán mejor pasaron de 54% a 26%.
  • Y en una mayor población deseando migrar, pues pasó de 20% a 40%. En datos de Cid Gallup este porcentaje al 2019 sería de 55%.
  • Estas situaciones han provoca que el apoyo de la democracia haya caído de 51% a 34%.
  • Y la satisfacción de la democracia, como mejor forma de gobierno, también cayó a 49% desde un 58%.
  • La desconfianza en las instituciones continuó creciendo y al 2016, el 79% de la población tenía poca o ninguna confianza en los partidos políticos, el poder judicial y el poder legislativo.
  • La autoridad electoral tiene una valoración de “muy baja”, por parte del Índice de Percepción de Integridad Electoral (PEI), con un puntaje de 41 que solo supera los 22 puntos de Guinea Ecuatorial, por lo cual es la segunda peor elección de 2017.
  • En el Índice de Freedom House, Honduras empeora desde una puntuación de 3 a otra de 4 en el aseguramiento de las libertades democráticas. Las razones para esta calificación es que después del golpe de Estado Honduras respeta menos los derechos humanos, es más propenso a la corrupción y coarta la libertad de expresión.
  • En el índice de Estado de Derecho Honduras está a la cola, en el puesto 103 de 113 países, categorizado como un país con “disminución del Estado de Derecho”.
  • En la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, elaborada por Reporteros sin Fronteras (RSF) Honduras está en el puesto 146 de 180 países, lo cual indica que supera en restricciones a la prensa y a la libertad de expresión a cualquier país centroamericano y a 17 de los 20 países de América Latina y El Caribe.
  • Finalmente, el Índice de Fragilidad del Estado coloca a Honduras como un país en riesgo, bajo la categoría de “alta advertencia” por su proximidad a sufrir presiones y conflictos. En 2019 fue de los 10 países que empeoraron en este indicador.

En esta rápida presentación es fácil vislumbrar una lógica de causalidad entre los indicadores, especialmente, para entender el estado actual de la democracia, la desconfianza y el malestar ciudadano y la crisis institucionalidad democrática y del Estado, pero este es un esfuerzo que esperamos sea desarrollado por los lectores a partir de lo expuesto.