Fue en el año 1999 cuando la angustia y desesperación unieron a varias madres de migrantes desaparecidos. Organizaron lo que hoy es el Comité de Familiares de Migrantes Desaparecidos de Honduras (COFAMIPROH), fundado en El Progreso, Yoro, y desde entonces, muchas mujeres a la cabeza de ese organismo, han dedicado su vida a buscar a los migrantes desaparecidos de Honduras.
En 19 años de búsqueda, son 250 familias las que se han reencontrado con sus madres, hijas, padres, esposos, tíos, nietos, entre otros de sus miembros. Pero a estas mujeres no les ha tocado fácil. Ellas han luchado sobre todo contra la indiferencia gubernamental, porque solas comenzaron a librar la batalla hasta hacer eco de su voz.
COFAMIPROH, hasta el 2018, ha logrado documentar unos cerca de 700 casos de hondureños migrantes que salieron en busca de un sueño y desaparecieron en el camino. Las madres, esposas e hijas, que en su mayoría son las que llegan a pedir ayuda, tienen esperanza de obtener noticias de los que un día salieron y de quienes no se supo más.
La voz que poco a poco fue expandiendo COFAMIPROH, no se quedó sólo en las tierras catrachas. Cruzó fronteras y unió el dolor de las madres hondureñas con las madres de El Salvador, Guatemala y Nicaragua. Juntas han formado un bloque común y desde hace 14 años, con el apoyo del Movimiento Migrante Mesoamericano, emprendieron «La caravana de madres migrantes».
Ese movimiento ha hecho posible que un reencuentro entre esas madres con sus hijos e hijas sea posible. Son 14 caravanas las que han dado alegrías y esperanzas. Han convertido la tristeza y el llanto en sonrisa. De eso puede dar fe María Leticia Martínez, una mujer que nació en El Progreso, municipio del departamento de Yoro, Honduras, y quien durante 14 años buscó a su hija. Lo último que supo de ella fue en el año 2004, cuando la llamó por teléfono, le dijo que estaba en México pero que no podía decirle más porque estaba en manos de Los Zetas.
Desde allí Leticia perdió todo contacto con Merza, su hija. Cada noche era una pesadilla, la angustia se apoderaba de Leticia, ella imaginaba lo peor pero nunca pensó en que estaría muerta. Hace algunos meses, un mensaje que recibió en su celular le devolvía las esperanzas: «mamita por fin te encontré», escribió Merza a su madre.
Leticia escéptica, dudaba de aquel mensaje, pero minutos después una llamada le daba el mejor regalo en esos 14 años de espera. Era su hija, la que buscaba. Sin pensarlo Leticia fue integrada a la caravana, cruzó fronteras y llegó hasta México para hacer realidad ese reencuentro.
«Dios me ha dado el regalo más valioso. No tengo palabras para describir la emoción, la alegría que ha sido para mí volver a ver a mi hija, a mis nietos y hoy sólo puedo dar gracias y decirles a todas esas madres que no pierdan la fe, un reencuentro con sus hijos, hijas, esposos, sí es posible. Yo tuve fe y aquí estoy con mi hija», dice Leticia hoy, muy emocionada.
Como Leticia, muchas madres hondureñas también han logrado el reencuentro con sus seres queridos. Ese movimiento ha creado una red global permanente de búsqueda de migrantes desaparecidos y que fue formada en México a finales del mes de octubre del 2018.
La idea del proyecto que se funda, contará con una plataforma cibernética internacional, a través de la cual las madres que buscan a sus hijas tendrán acceso a los datos, a fichas con nombres y apellidos, de las personas que son buscadas. Es un nuevo mecanismo que fortalecerá los esfuerzos que las propias madres iniciaron en el afán de encontrar a esos hijos que un día salieron buscando un sueño.
«México para nosotros es el símbolo dónde más migrantes desaparecen. Y fundar esta plataforma ayuda a agilizar la búsqueda, a tener más fuentes de información para ayudar a muchas madres que vienen hasta COFAMIPROH con la esperanza que les ayudemos a tener noticias de sus parientes. Nos agrada que los esfuerzos que se iniciaron con estos movimientos tengan eco y sean apoyados por las organizaciones que son claves para dar paso a nuevos reencuentros», explicó Rosa Nelly Santos, coordinadora de COFAMIPROH.
Se estima que la cifra de migrantes desaparecidos en México asciende a los 70 mil, según las cifras que difunden diversas organizaciones de apoyo a los migrantes en ese país. Mientras los rastros, pistas que cualquier persona pueda aportar a la búsqueda que hacen las madres de todos los países será importante para regalar esperanzas a muchas familias.
“Si las madres centroamericanas en su acceso a alguna fosa o un servicio forense o a alguna base de datos se encuentra algún africano, ellas compartirán esta información para que así haya un rastro y un mecanismo común de búsqueda”, expresó Marta Sánchez, presidenta del Movimiento Migrante.
Cada año, 30 madres centroamericanas recorren México, visitan centros de detención, albergues, morgues, para tener una pista de los hijos que un día partieron y nuca volvieron a saber de ellos.
Y así avanza el tesonero, muchas veces silencioso, y muy importante trabajo humanitario que realizan año tras año las mujeres de COFAMIPROH, quienes en un inicio comenzaron a buscar sus desaparecidos, pero que con el pasar de los años han dado su vida por la búsqueda de los seres queridos de otros y otras.