Saña, tortura y el asesinato de jovencitas menores de 18 años, la tendencia en Honduras

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Foto: Hondudiario

Kelin Jessenia Pérez Carranza sólo tenía 15 años cuando varios mareros que llegaron de El Salvador a la aldea Santa Ana, en el municipio de Colomoncagua, Intíbucá, Honduras, apagaron su vida. El miedo se apoderó de la familia, quienes temiendo represalias no permitieron que el cuerpo fuera autopsiado. Esto ocurrió el pasado 26 de julio.

Siete días después, el 2 de agosto, en la aldea Limoncillos, en el municipio de San Luis, departamento de Santa Bárbara, Wendy Xiomara Rodríguez Rivera de 33 años, fue asesinada. La mujer fue interceptada por cuatro hombres que no tuvieron piedad y le dispararon frente de sus menores hijas.

Foto: Cooperativa.cl

La muerte violenta y con saña se está convirtiendo en una constante en los crímenes de mujeres en Honduras. Sólo en el año 2017, Medicina Forense reportó la autopsia de 741 mujeres y en los primeros seis meses del 2018, la cifra asciende ya a 141. Sin embargo, un importante dato aflora con fuerza entre estos asesinatos: de 141, 81 crímenes fueron a menores de 18 años, una tendencia que está aumentando en el país.

Poca o nula judicialización de crímenes contra mujeres

«La violencia manifiesta contra las mujeres es una realidad insostenible. Esto es un grave indicador de la descomposición social. Este ha sido un tema de interés de las autoridades e instituciones de investigación científica forense y la sociedad civil, pero vemos que la situación no cambia y los resultados son muy pobres», explicó Julissa Villanueva, directora de Medicina Forense, al consultársele sobre el tema.

Y es que los planes, programas, campañas, políticas y estrategias del Estado de Honduras para frenar los asesinatos y femicidios, no están dando los resultados esperados. Las mujeres siguen muriendo y los casos que se judicializan, son muy pocos.

«La judicialización de casos es muy limitada y el fenómeno de saña y muerte en las víctimas deja rastros de dolor. Esa saña y tortura se está observando en los cuerpos cuando se pueden realizar las autopsias. La  falta de credibilidad en la investigación genera que muchas familias en el interior del país, no dejen que se les practique la autopsia y se tenga que recurrir a las exhumaciones como último recurso», agregó Villanueva.

Un dato importante en el informe de femicidios, elaborado por la Dirección de Medicina Forense, establece que las armas de fuego y golpes directos con objetos contundentes, es la forma con la cual se está asesinando a las mujeres.

Mientras esos datos se tornan muy preocupantes, las noticias en los medios de comunicación siguen dando relevancia a números de mujeres asesinadas, algunas a manos de su pareja, otras por delincuencia común u organizada, pero la mayoría de los crímenes se analizan a la ligera, anteponiendo el momento y lugar equivocado en el que estaban las mujeres y casi justificando, se les agrega la hipótesis de los malos pasos en los que andaba las mujeres. Mientras esto ocurre, las cifras van sumando y ya ascienden a 141.

Femicidios y asesinatos de mujeres: problemas estructurales y culturales

«Esto no está ocurriendo desde este año; desde el 2005 a la fecha ya han ocurrido más de seis mil femicidios. Fallan las estrategias, fallan las políticas porque no contemplan la atención a la violencia que viven las mujeres. Es un asunto estructural y cultural, alimentado por una sociedad machista y un sistema que naturaliza y legitima la violencia en la vida de las mujeres», sostiene Cristina Alvarado, del Movimiento de Mujeres por la Paz, Visitación Padilla.

Mientras la bestialidad intolerable sigue matando a las hondureñas, las intervenciones que se están realizando desde el Estado no han contemplado lo que está ocurriendo con estas muertes. «Por un lado, se habla que se han reducido los homicidios y por otro los femicidios, pero esos no son los indicadores suficientes cuando se mantiene una impunidad del 90%», agregó Alvarado.

De acuerdo con las cifras de Visitación Padilla, apenas 4 de 100 casos se judicializan en el país. Es decir, el 96 por ciento están quedando en total impunidad. La estrategia de seguridad que se ha implementado, aseguran las organizaciones feministas, es para atacar el crimen organizado y el narcotráfico y no se está invirtiendo en la prevención, en desarrollar políticas integrales que le apuesten la educación y a otro tipo de inversiones que contribuyan a erradicar la violencia contra las mujeres en el país.

«Es un fenómeno que debe ser atendido desde la prevención, no se resuelve con más policías, ni equipos ni armas, porque no se trabaja la sensibilización y el porqué de esa violencia», explicó la defensora de derechos de mujeres, mientras agrega, “hay un gran reto en el país, se deben homologar los protocolos de actuación en las muertes de mujeres, la investigación es una tarea pendiente, para las organizaciones.

Mujeres esperan que con Comisión Interinstitucional se investiguen muertes violentas y Femicidios

Uno de los resultados de la lucha de las organizaciones de mujeres es la reciente creación de  la comisión Interinstitucional, que dará seguimiento a las muertes violentas y femicidios en Honduras. La iniciativa se creó mediante el Decreto 106-2016, que reformó la ley del Ministerio Público (MP), debido a la presión de las organizaciones.

También, en el marco del trabajo que desarrollan con la Agenda Política que crearon las mujeres en el 2017, en el componente “Violencia contra las Mujeres”, las organizaciones de mujeres y feministas demandan la asignación de fondos etiquetados de género para fortalecer las Unidades adscritas a la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC).

En el mismo sentido, exigen que las unidades se creen dentro de la Dirección Policial de Investigación (DPI), con la estructura y logística necesaria para que funcionen efectivamente. Y no menos importante, demandan la creación y funcionamiento de Unidades Forenses Especializadas en Femicidios, dentro de la Dirección de Medicina Forense.

Para las organizaciones, estas demandan son importantes para comenzar a poner un alto en los índices impresionantes que hay de impunidad en los crímenes de mujeres y femicidios. Sin embargo, también le apuestan a acciones de prevención de la violencia hacia las mujeres en sus diversas manifestaciones.

“Es necesario implementar acciones urgentes para defender la vida de las mujeres, para protegerlas cuando huyen de los atropellos y perversiones de sus compañeros de hogar o de grupos delincuenciales. La furia machista en el país está acabando a las mujeres”, puntualizó Alvarado.