En presupuesto 2018: gasto militar se impone al gasto social, justicia y seguridad

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Foto: La Prensa

Las políticas públicas orientadas a la inversión social continúan siendo relegadas del presupuesto General de Ingresos y Egresos de Honduras y se sigue fortaleciendo el presupuesto para Defensa y Seguridad, establece un análisis de las tendencias del presupuesto 2018, que realizó el Centro de Estudio para la Democracia (CESPAD).

La prioridad del presupuesto 2018, sigue puesta en los sectores de Conducción y Regulación Económica y Seguridad y Defensa. Como se expuso anteriormente, dice el documento de análisis del CESPAD, el crecimiento del presupuesto de los Gabinetes Sectoriales respecto a 2017  (4.4%) resultó menor que el crecimiento de la Deuda Pública (10.5%), lo cual es un indicio repetido del bajo nivel de prioridad del gasto social, como se mostró en el informe del presupuesto de 2017”.

Pero no menos cierto es que otro de los rubros que tienen asignado los mayores montos presupuestarios es del de Seguridad y Defensa, que en los últimos cuatro años ha sido el de mayor ritmo de crecimiento presupuestario y dentro de estos rubros, el gasto militar se impone.

De acuerdo con el CESPAD, si se observa la creciente importancia que se le está dando a este rubro, se consolida la supremacía del gasto en seguridad y defensa que desde años anteriores ya avizoraba cómo se convertía en una prioridad para el Estado, situación que se agrava si consideramos, además, los fondos que se destinan hacia el sector justicia, desde el poder Judicial.

A manera de antecedente, en el año 2017, el gasto en seguridad y defensa superó levemente al gasto en Salud y alcanzó una mayor proporción en relación con el gasto en Educación, pero para el 2018 la superioridad del primero sobre el gasto en salud es manifiesta porque desde el año 2016, la tendencia gubernamental se balanceaba a favor de Seguridad y Defensa, porque la proporcionalidad del gasto en ese rubro era mayor que la del gasto social.

El 2018 no es la excepción. Los gastos en seguridad y defensa ya son superiores al gasto en salud y equivalen al 105% del presupuesto de ese sector, cuando en el 2017 sólo eran del 101%. En tan solo cuatro años esa asignación se incrementó en un 30%.

Para el CESPAD es cuestionable que el presupuesto en seguridad y defensa sea proporcionalmente alto, al igual que es irracional que el presupuesto en defensa sea mayor que el gasto en seguridad, en tanto este último está más directamente relacionado con la seguridad ciudadana.

Sólo durante los últimos tres años se observó que la participación del presupuesto de defensa en el Gabinete Sectorial de seguridad y defensa bajó, de un 58% en el 2015, hasta un 50% en el 2017. Mientras que el presupuesto de seguridad había pasado de 41% a 45% en el mismo período. Sin embargo, esta tendencia se revierte para 2018, ya que se eleva a 53%, con lo que se vuelve a ampliar la brecha que se observaba en el 2015. Esos datos indican que hay un crecimiento de 13% solo en el año 2018, el mayor de todos los rubros de dicho sector, mientras el presupuesto de seguridad fue de 1,3%.

En el documento de análisis de tendencias del presupuesto, el CESPAD se pregunta, ¿Por qué se anteponen los recursos para el rubro de defensa y se desprotegen sectores del área social? ¿Por qué no hay una inclusión presupuestaria para responder a las demandas de las mujeres que buscan fondos para despegar proyectos que las beneficiarán?

A manera de conclusión, la organización sostiene que las promesas de inclusión van quedando en el olvido y la prioridad del Gobierno se dirige a blindar el aparato militar y policial dejando de lado sectores desfavorecidos, como el las mujeres, que por años se han sentido marginadas por los Gobiernos de turno.

Desde el punto de vista de género, esas disposiciones reflejan que la tendencia de favorecer a estos rubros del presupuesto afecta grandemente a las organizaciones de mujeres, de cara a que algunas de sus demandas en materia de infraestructura productiva, descentralización y en programas directamente relacionados con la equidad y la inclusión social, están quedando por fuera de la atención gubernamental.

El documento de análisis, “Presupuesto 2018: continua sin priorizarse el gasto social, pero hay pequeños espacios para favorecer a las mujeres”, es el tercer informe sobre las tendencias y orientaciones del proyecto de presupuesto y sus probables efectos en el gasto a favor de las mujeres y la atención de sus principales problemas, que realiza en CESPAD, en el marco del Programa de Justicia de Género de OXFAM International.

El CESPAD, analizó la Ley de Disposiciones Generales del Presupuesto General de la República del año 2018, para hacer una breve descripción y análisis de sus datos más relevantes, en una mirada comparativa en relación con el año 2017, para tratar de derivar como sus principales orientaciones o tendencias incluyen o excluyen las posibilidades de incorporar las demandas de las mujeres en pro de sus derechos.