Por estas razones, Suyapa Martínez quiere convertirse en diputada en Honduras

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2009. Suyapa Martínez en una manifestación. Foto María Castro. Tomada de: http://mariacastroserantes.blogspot.com/2018/01/suyapa-martinez-amador-politica.html

Por: Xiomara Orellana
Edición: Claudia Mendoza

Por décadas ha defendido los derechos de las mujeres en su país. Es directora del Centro de Estudio para la Mujer- Honduras (CEM-H), y desde esa trinchera aprendió a conocer a fondo los problemas de sus congéneres. Pero, para contribuir desde otro escenario a darles solución, Suyapa Martínez se postula como candidata suplente a diputada del Congreso Nacional, en las próximas elecciones de noviembre del 2021 en Honduras.

Abordamos a Suyapa para conocer su apreciación sobre muchos tópicos, comenzando con la mujer y la participación política. “Más que un privilegio es un derecho que las mujeres participemos en política”, comenzó diciendo.

Es la segunda vez que esta mujer de mediana estatura y tez clara, intenta alcanzar una curul en el Congreso Nacional de Honduras, dentro del partido Libertad y Refundación (LIBRE), en Francisco Morazán. Pero el camino no ha sido fácil. Ella dice que ha librado duras batallas en medio de un ambiente dominado por hombres y caracterizado por un machismo que les cierra oportunidades a las mujeres. Pero está convencida que la única manera en que las demandas y las exigencias que lanzan al Estado y gobierno de Honduras sean escuchadas, es formando parte de las estructuras de decisión en el país.

Por eso aspira a un cargo de elección popular. Pero sabe que incursionar en política es un reto y también una odisea porque son muchos y diversos los obstáculos que enfrentan las mujeres en el ámbito político: acoso sexual, amenazas, hostigamiento, marginación y violencias. Muchas veces, afirma que se pregunta si en Honduras, ¿se ha avanzado en la agenda de temas vinculados a la mujer, se le está dando los espacios que merece, o si solo se cumple con la cuota de género sin una genuina igualdad de oportunidades?

Esas preguntas resuenan en la mente de Martínez y por eso hoy busca eliminar paradigmas y demostrar el valor que tienen las mujeres, así como sus capacidades para aspirar a un cargo de elección popular. “El ambiente que hay en la actualidad para las mujeres es hostil”, dice con contundencia.

Exigua participación de las mujeres en política

La representación política de las mujeres ha sido históricamente escasa en América Latina y qué decir en Honduras. Las preguntas anteriores que Suyapa se hace pueden responderse con datos preocupantes. Para el caso, y a manera de medir la participación de las mujeres en política, desde el año 1980 y el 2020, es decir, en 40 años, se han elegido 169 mujeres como diputadas del Congreso Nacional, frente a 1,071 hombres diputados.

En la actualidad, el número de diputadas sólo alcanza el 21, 09%, ocupando Honduras el puesto 91 de los países del mundo con baja representación de mujeres, según la Unión Interparlamentaria en el año 2018.

El Centro Carter, en el informe “La representación política de las mujeres en Honduras” , agrega otro panorama nada halagüeño al establecer que “Honduras es un estupendo laboratorio para evaluar las dimensiones informales de un tipo de diseño electoral de género que no produce los resultados de representación esperados y, además, es un excelente caso para reflexionar sobre dos dimensiones claves: la de la inclusión de las mujeres en igualdad de condiciones que los hombres a los cargos y a las candidaturas y la de la existencia de procesos que garanticen el pluralismo y altos niveles de democracia interna para dirimir los conflictos”.

La ausencia de las mujeres en los procesos de toma de decisiones, en las instituciones democráticas y en la elaboración e implementación de políticas públicas ha sido notoria. Y es que según esta candidata a diputada suplente, en Honduras hay una predisposición hacia las mujeres porque no se les reconoce como gestoras de cambio y pilares del desarrollo. Muy al contrario, lo que reciben son ataques, una situación injusta, agrega, porque las mujeres tienen que demostrar 10 veces más que los hombres, que son capaces.

“Sólo por el hecho de ser hombres ellos ya tienen ganado el espacio y la mujer no. Para lograrlo, tenemos que hacer un buen papel, hacemos camino para que las que vienen detrás no le sea tan tortuoso llegar”, afirma.

La utopía de la paridad

Las reformas electorales que se han hecho en Honduras tienen como objetivo, entre otros, que los partidos políticos permitan en las candidaturas a cargos de elección popular a las mujeres, no como relleno, sino como líderes indiscutibles que marcarán la diferencia en los cargos que ocupen, dice la entrevistada.

Para el caso, la paridad en las candidaturas es una de las exigencias. Pero las mujeres que participan en la justa electoral consideran que pese a existir esa figura, para que la alternancia en los puestos propietarios de diputados o suplencias, alcaldías y presidencia se lleve a cabo, se necesita mucho más.

“Si lográramos equiparar en número, esto nos llevaría a garantizar, por ejemplo, un cincuenta por ciento de las mujeres ocupando una curul en el Congreso Nacional. Ese es nuestro sueño” afirma Martínez, quien está consciente que la desigualdad no solo es en números, porque también se manifiesta en tiempo y en dinero.

Suyapa dice que “prácticamente” se ha tenido que “obligar” a los hombres a darles el acceso a las candidaturas de las mujeres, aunque está contemplado en la Ley. Agrega que el hecho de que se hayan aprobado leyes inclusivas no ha supuesto homogeneidad, ni la eliminación de las resistencias partidistas y, por supuesto, tampoco ha eliminado las barreras políticas, económicas, sociales o privadas que las mujeres enfrentan cuando son candidatas de algún cargo de elección popular.

La entrevistada dice que se debe dejar de “simular” que se cumple con la ley de paridad y tener una verdadera voluntad partidista para mejorar la representación de las mujeres en los diferentes cargos.

“Los hombres han hecho las guerras, han destruido países y las mujeres somos constructoras, tenemos que feminizar a Honduras”, dice convencida esta mujer que se lanza al ruedo político, sabiendo, como muchas más, que deben escalar hacia puestos de toma de decisiones y si es posible, llegar a la primera magistratura. “Son elecciones difíciles las que tenemos en puerta; todos deben estar alerta para que no nos hagan fraude de nuevo y alerta para que el pueblo defienda su voto”, asegura.

Ser candidata a una diputación como suplente, es un logro para esta defensora de derechos de las mujeres. “Es hacer historia, agarrar experiencia, transmitirla a las nuevas generaciones y animarlas a que participen en política”, puntualiza.