Tres personas heridas y una familia sin vivienda es el saldo que hasta ahora se registra luego del enfrentamiento conjunto de elementos de la Policía Nacional y madereros, contra pobladores y defensores del medio ambiente en San Francisco de Locomapa, comunidad indígena de la etnia Tolupán, ubicada en el departamento de Yoro.
Durante años, los Tolupanes han luchado por el respeto a sus derechos ancestrales y evitar el saqueo de sus bienes comunes medioambientales. Sin embargo, el pasado 10 de mayo, unos 90 pobladores de Locomapa fueron agredidos física y psicológicamente por la Policía Nacional y representantes de empresa extractiva “Industria Maderera Rene Eleazar” (INMARE), del empresario Wilder Domínguez.
Entre las personas agredidas en el marco de esta denuncia, se encuentra Norma Jaqueline Ávila, quien fue gravemente herida y trasladada a un hospital público debido al impacto de bala que sufrió en su fémur derecho; su hija de 6 años también resultó lesionada por los golpes en su cabeza, efectuados con piedras. Asimismo, una integrante del Consejo de la Preventivo comunidad fue herida en su mano derecha, con un arma blanca.
La principal demanda de esta comunidad es el cese a la explotación de sus recursos naturales. En el contexto de su petición, se han autoconvocado para reinstalar el Campamento Digno por la Defensa del Bosque y el Territorio Tolupán, el cual tiene como propósito, generar una protesta organizada y pacífica.
Fue bajo ese panorama, que varios miembros de la comunidad se movilizaron a la zona de extracción de madera para detener la tala de árboles; lo que concluyó en graves consecuencias en contra de pobladores, tales como: lesiones a una menor de edad, personas heridas por armas de fuego y arma blanca, adicionalmente, el incendio a la vivienda de Celso Cabrera y familia, quienes destacan por su activa defensa a los bienes de la comunidad.
San Francisco de Locomapa es una de muchas comunidades indígenas que en Honduras han sido víctima de la política extractivista. De acuerdo con los registros del Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ), la empresa INMARE opera desde la década de los 80 en la zona. Sin embargo, en 2015 acentuó su avanzada extractivista y desde entonces, ha venido arremetiendo agresivamente contra la población, e intensificando sus operaciones de manera sistemática y descontrolada; todo con la complicidad de instancias estatales; esto ha generado la división y enfrentamientos entre los miembros de la comunidad.
Desde finales de abril a la fecha, lo antes descrito se ha vuelto más evidente y los efectos negativos han recrudecido; por eso, desde el Centro de Estudio para la Democracia (CESPAD), nos unimos a las demandas de este pueblo y las diferentes organizaciones que amparan su lucha, y exigimos:
- A la empresa INMARE, detener el saqueo del bosque del pueblo Tolupan y respetar sus derechos ancestrales.
- Al Comisionado de Derechos Humanos, investigar los hechos y garantizar la integridad física y psicológica de este pueblo étnico.
- Al Ministerio Público realizar una investigación seria, de los hechos violentos en los que la Policía Nacional ha sido partícipe, para deducir la responsabilidad que el caso amerita.
- Al Instituto de Conservación Forestal, intervenir para salvaguardar los bienes comunes de la naturaleza que están siendo saqueados en las zonas afectadas y de pertenencia ancestral de la etnia Tolupán.
11 de mayo, 2021, Tegucigalpa M.D.C.
