Pese a la oposición de las pobladoras y los pobladores de la comunidad de Azacualpa, departamento de Copán, la empresa minera de origen canadiense Aura Minerals (MINOSA), que opera en la zona, comenzó de nuevo a dinamitar el cerro donde se ubica el cementerio de la localidad, para extraer oro. Sin embargo, los vecinos denuncian que la maquinaria está derrumbando dos cerros que rodean a la comunidad, poniendo en riesgo unas 590 viviendas que corren el peligro de venirse abajo si continúan los derrumbes.
Minosa comenzó a operar nuevamente, luego que desde marzo del presente año realizara intentos de continuar con la exhumación de los cuerpos sepultados en el cementerio de la comunidad, zona en donde se encuentran grandes yacimientos de oro. Por eso, con apoyo de diferentes organizaciones que defienden de los bienes comunes de la naturaleza, los habitantes de Azacualpa han realizado pronunciamientos públicos contra las acciones llevadas a cabo por la empresa, ya que atentan contra la estabilidad física, emocional y social de los y las habitantes.
Entre las consecuencias devastadoras que ha dejado la empresa minera se registran daños no solo en la estabilidad emocional de los habitantes sino que, además, se ven afectadas las vías de accesos que conducen a las comunidades cercanas. Algunos videos que circulan en las redes sociales muestran como las explosiones de dinamita han dejado rajaduras en espacios públicos y privados de la comunidad afectando la calidad de vida y la tranquilidad de la comunidad de Azacualpa.
Las y los pobladores han venido advirtiendo de las situaciones que hoy acontecen y de cómo las instituciones del Estado no muestran interés para dar una solución al conflicto, o en el mejor de los casos, detener las acciones de la empresa Minera. Muy al contrario, han facilitado los permisos para que esta y otras empresas continúen operando en diferentes zonas del país, a pesar de la oposición y repercusiones para las comunidad.
Desde el Centro de Estudio para la Democracia (CESPAD), nos unimos a la lucha de la comunidad de Azacualpa, y demandamos:
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- Al Estado de Honduras, a través de las entidades correspondientes, poner punto y final al conflicto que han vivido durante años las y los pobladores de Azacualpa, con la operación de Minosa en la zona, una situación que ha afectado la calidad de vida de esta comunidad.
- Al Ministerio Público, realizar las investigaciones en relación con la afectación a los recursos naturales de la zona, los daños a la infraestructura de las aldeas y el peligro inminente que se cierne sobre los pobladores de continuarse con las detonaciones de dinamita.
- A la Secretaría de Derechos Humanos, realizar una investigación de oficio para documentar la violación a múltiples derechos humanos de Azacualpa, con la operación de Minosa.
Tegucigalpa, MDC, 18 de agosto, 2020
Descargar: Alerta – Azacualpax