Desde el Centro de Estudio para la Democracia (CESPAD), en el día Internacional de la Lucha Campesina, rendimos homenaje a las campesinas y campesinos de Honduras que han ofrendado su vida por un mundo mejor, por una Reforma Agraria y la Soberanía Alimentaria; por la defensa y cuidado de los bienes comunes de la naturaleza, de las semillas, del agua y de la vida.
La actual crisis que azota al país, producto de los efectos negativos generados por la Pandemia del COVID-19, una vez más ha dejado al descubierto la inseguridad alimentaria que afecta a la sociedad hondureña. Esa desafiante realidad nos hace recordar que históricamente el Movimiento Campesino ha sido uno de los principales actores que ha posicionado la crisis agraria del país en sus dimensiones ambientales, políticas, culturales y sociales y que ha movilizado propuestas de transformación agraria orientadas a reducir las brechas de exclusión y desigualdad existentes en las zonas rurales del país.
En el actual contexto, son las campesinas y campesinos quienes en el campo siguen cultivando la tierra para asegurar los alimentos en los hogares hondureños, en una realidad triplemente adversa:
- despojo de sus tierras y sus bienes comunes naturales
- criminalización, judicialización, persecución y asesinatos de líderes y lideresas que alzan su voz contra las políticas concesionarias del régimen de Juan Orlando Hernández a favor de las empresas extractivas, agro-exportadores y grandes terratenientes, y
- ausencia de políticas públicas agrarias encaminadas a lograr la transformación y democratización agraria del país
Mención especial requieren las mujeres campesinas, indígenas y afrodescendientes hondureñas, quienes desde sus trincheras agrarias y ancestrales promueven prácticas agrícolas en armonía con la naturaleza y el medio ambiente, desarrollan procesos de incidencia locales y nacionales encaminados a visibilizar los problemas y demandas de las mujeres, a la vez que generan y posicionan propuestas reales de transformación agraria en un contexto en el que priva la violencia machista e imperan relaciones sociales y políticas marcadas por la cultura patriarcal y racista.
Por su legado y aporte, abrazamos sus luchas y demandas por un país mejor. Desde el CESPAD, seguiremos acompañándoles en sus luchas hasta lograr la definitiva transformación democrática del país.
Tegucigalpa, Honduras 17 de abril del 2020