Escrito por Eugenio Sosa, analista senior del CESPAD
Es muy claro que la sociedad hondureña ha sido estremecida por una intensa ola de protestas contra las privatizaciones de la salud y la educación. El ciclo inició, de manera clara, el viernes 26 de abril, cuando los gremios de la salud y la educación, se incorporaron a las movilizaciones de las antorchas demandando la no ratificación de la Ley de Reorganización y Transformación de las secretarías de salud y educación. El movimiento fue escalando hasta llegar al paro nacional los días 30 y 31 de mayo.
El gobierno dio un paso atrás, cambió su posición de “no retorcer ni un milímetro” a la derogación de los decretos ejecutivos (PCM) y la firma de un pacto por el diálogo con un sector de la dirigencia magisterial (SINPRODOH, COLPROSUMAH, PRICMAH y COPRUMH), que el mismo gobierno acusó de corrupta. A partir de esta situación surgen nuevas interrogantes: ¿cuáles son los límites y posibilidades del diálogo que ha organizado el gobierno con parte de la dirigencia magisterial?, ¿qué fortalezas, debilidades y posibilidades tiene la Plataforma de Defensa de la Salud y Educación Pública, para darle sostenibilidad al movimiento de la lucha contra las privatizaciones?, ¿qué impacto podría estar teniendo el posicionamiento de otros actores?
A continuación, un esfuerzo por responder estas interrogantes.
Los límites y posibilidades del diálogo que ha organizado el gobierno con parte de la dirigencia magisterial.
Este diálogo enfrenta serias limitaciones o debilidades:
- Juan Orlando Hernández (JOH) tiene un largo historial de instrumentalización de los diálogos para desmontar procesos de lucha e incluso para adquirir compromisos que no cumple. Por ello, el diálogo es llamado o entendido entre amplios sectores de la ciudadanía, como un diálogo mentiroso, un diálogo trampa, con el que se está tratando de dilatar los procesos y ganar tiempo. Por tanto, estamos entre un diálogo sin credibilidad ni confianza.
- De parte de los gremios, están participando los representantes magisteriales que están más cuestionados por sus bases y que fueron cuestionados por el mismo gobierno, por estar implicados en supuestos actos de corrupción.
- Todo diálogo que desconozca a los actores con mayor legitimidad, representatividad y arraigo entre las personas que participan directamente en las movilizaciones, como lo ha hecho el gobierno con Suyapa Figueroa y quienes le acompañan, es ya un diálogo carente de legitimidad democrática. Sin embargo, no se puede desconocer que parte de la estrategia del gobierno en el diálogo es ceder algunos pequeños reclamos de los maestros, como ya lo está haciendo: eliminar la jornada extendida, eliminar la deducción al décimo tercer y décimo cuarto mes de salario, restablecer las juntas nacionales y departamentales de selección de docentes y convocar a concurso para la contratación de maestros[1]. Pero la pregunta es, ¿con estos acuerdos y posiblemente otros, podría el gobierno lograr que las bases magisteriales se mantengan en las aulas y abandonen la lucha, o por el contrario las bases magisteriales desobedecerán y desconocerán a la dirigencia de los cuatro colegios magisteriales que están en diálogo con el gobierno ante las nuevas convocatorias de la Plataforma?
Fortalezas y debilidades de la Plataforma de Defensa de la Salud y la Educación Pública.
No cabe duda que la Plataforma sigue siendo el referente legítimo de la lucha contra las privatizaciones en el sector de la salud y la educación, y a pesar de la desmovilización que ha buscado el gobierno, no lo ha logrado. A favor de la Plataforma hay factores como los siguientes:
- La conducción de Suyapa Figueroa y quienes le acompañan sigue siendo el liderazgo legítimo, reconocido por los sectores que participan en las protestas y por amplios sectores de la ciudadanía hondureña.
- El gremio médico y los trabajadores de la salud exhiben una cohesión y unidad, hasta el momento, bastante sólida, y le han dado todo el respaldo a la Junta Directiva del Colegio Médico en la conducción de la lucha.
- Sectores amplios de la ciudadanía, que no son médicos ni maestros, siguen atendiendo las convocatorias a las movilizaciones y acciones de protestas de la Plataforma. La Plataforma de Defensa de la Salud y la Educación está llevando al límite al gobierno al proponer requisitos y condiciones para el diálogo, que difícilmente el gobierno va aceptar. Además, ampliaron las peticiones, al demandar la derogación de la Ley Marco de Protección Social y la Ley Fundamental de Educación. En términos de perspectiva la pregunta fundamental es: ¿tiene posibilidades la Plataforma de seguir movilizando de manera masiva, además de los médicos y trabajadores de la salud a las bases magisteriales y a otros sectores de la sociedad hondureña, como lo ha estado haciendo?
Las posturas de dos actores claves en la coyuntura actual:
- El posicionamiento de la Conferencia Episcopal. Con fecha del 06 de junio de 2019, la Conferencia Episcopal hizo público uno de sus documentos más críticos ante la situación del país y frente al gobierno de Juan Orlando Hernández, titulado ¡Basta ya!, en el que afirma, entre otras cosas: reconoce que producto de la crisis que vive el país, “se hace aún más dolorosa y comprensible la indignación de la mayoría de la población”…Creemos que la gravedad que adquieren muchos conflictos se debe, en primer lugar, a la forma incorrecta con que los manejan los poderes del Estado; en algunos casos siendo los causantes del problema y, en otros, por no saber resolverlos con los recursos propios de la democracia participativa…Una constitución violada cuantas veces convenga, unos poderes que no son para nada independientes, un Congreso que se ha convertido en un teatro de pésimos actores, dándole la espalda al pueblo”[2]. El documento llama a cambiar el rumbo del país, y expresa un distanciamiento claro de la Iglesia Católica respecto a la forma autoritaria, corrupta e impune que está gobernando Juan Orlando Hernández. Este tipo de mensajes son clave para incentivar la movilización popular para cambiar el país.
- El posicionamiento del partido Libertad y refundación (LIBRE). El partido LIBRE emitió el viernes 07 de junio un posicionamiento, en el que: “ratifica el apoyo SIN CONDICIOENES a los actores sociales que luchan contra las diversas formas de despojo neoliberal, en especial a la Plataforma por la Defensa de la Salud y la Educación, donde nuestra militancia está integrada activamente, hasta restaurar el orden constitucional mediante la Convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente”….Además, “ordena a toda su militancia a movilizaciones y plantones en las calles, puentes y plazas públicas en los 18 departamentos del país, hasta alcanzar el paro nacional y la salida del dictador Juan Orlando Hernández”[3]. No puede desconocerse que en las movilizaciones contra la privatización de la educación y salud las bases, activistas y líderes de Libre participan activamente. Lo que no se percibe es un actuar estratégico de LIBRE, como partido, en las diferentes coyunturas críticas. Este es un problema político fundamental, ya que pareciera que no hay perspectiva histórica del cambio, que “significa estar alerta para subirse corriendo….al tren de la historia, que no tiene horario ni plan de viaje fijo”[4]. Como ha enseñado la teoría del cambio, “ningún régimen, por podrido que este, cae si no se le hace caer”.
En resumen: El gobierno de Juan Orlando Hernández no ha logrado controlar la coyuntura crítica, y ensaya con mecanismos que se le puede revertir, como el diálogo con representantes magisteriales sin legitimidad y con movilizaciones convocadas por el Partido Nacional, por segunda vez el sábado 08 de junio, en las que media mucho la paga a las personas más excluidas de los barrios y la coerción a los empleados públicos. Las acciones que convoque la Plataforma en los próximos días, indicarán las tendencias reales de la actual coyuntura crítica.
[1] El Heraldo, viernes 07 de junio de 2019.
[2] FIDES, del 09 al 15 de junio de 2019.
[3] Libre. FUERA JUAN ORLANDO HERNÁNDEZ TERRORISTA. Libre apoya sin condiciones a la Plataforma. Insurrección y Paro Nacional, 07 de junio de 2019.
[4] Miguel Vatter y Miguel Ruiz, Editores, Política y acontecimiento, Fondo de Cultura Económica, Chile, 2011.