¿Uranio en Honduras? En alerta comunidades del occidente del país

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Parte I de II

Por: equipo de investigación del CESPAD

Edición: Claudia Mendoza, periodista e investigadora del CESPAD

En el año 2015, la empresa Sociedad Mercantil Minerales Chortí presentó cuatro solicitudes de exploración al Instituto Hondureño de Geología y Minas (INGEOMIN), que elevaron la alerta entre 14 comunidades del departamento de Copán, Honduras, en donde se presume hay uranio, un metal radioactivo que se usa como combustible principal para producir energía nuclear.

¿Hay uranio en el departamento de Copán? ¿Cuál es el territorio concesionado en la zona? ¿Qué implicaciones tiene la concesión minera? ¿Qué opinan los pobladores sobre la instalación de una empresa explotando minerales de la zona? ¿Qué opinan los expertos sobre el tema?

Las solicitudes para la exploración minera  

El 10 de julio del 2015, la Sociedad Mercantil Minerales Chortí S.A. de C.V, presentó las solicitudes que aparecen en la página web de INHGEOMIN, identificadas como Copan I y Copán II, registradas en los expedientes 937  y 938, ambas, el 14 de mayo del año 2015. Mientras que Copán III y Copán IV, registradas con número de expedientes 940 y 941, respectivamente, el 15 de mayo del 2015.

Pese a que el artículo 30 del Acuerdo Ejecutivo Número 042-2013, que da vida al Reglamento de la Ley General de Minería establece en el Capítulo I-Proceso de Concesionamiento para la Etapa de Exploración que “la autoridad minera ordenará la publicación de un extracto de concesión para que el peticionario lo publique en un diario escrito y una radio de cobertura en la zona…”, las comunidades afirman que no se enteraron.


Rode Murcia, Ex – coordinadora de la Coalición Ambientalista

“Fueron las organizaciones las que nos alertaron. No fuimos informados y el único camino que nos quedó para detener la concesión fue pedir un cabildo abierto para solicitar la declaratoria de municipio libre de minería. Nos costó que nos abrieran el espacio en la municipalidad, sólo la fuerza de la gente logró evitar que la empresa llegara. Pero ahora estamos con temor porque hay que renovar de nuevo esa declaratoria y no tenemos fácil el camino para un nuevo el cabildo, pero vamos a luchar”, dice Rode Murcia, Ex coordinadora de la Coalición Ambientalista de ese municipio y quien asegura que por emprender la lucha es objeto de persecución, amenazas y difamación. Pese a los peligros que enfrenta, dice que están listos para dar la batalla, pero que “las minas a Copán Ruinas, no llegarán” .

Desde entonces, el Organismo Cristiano de Desarrollo Integral de Honduras (OCDIH), la Asociación de Organismos No Gubernamentales (ASONOG), la Comisión de Acción Social Menonita (CASM), el Consejo Nacional Indígena Maya Chortí (CONIMCH), Patronatos, Juntas de Agua y las comunidades han formado un bloque. La consigna que tienen es defender su territorio e impedir que las mineras lleguen a explorar uranio, antimonio, hierro, cobre y oro que son los minerales que se presume hay en la zona.

Sub-cuenta “Marroquín» dentro de la concesión

Copán Ruinas, Honduras

En el mes de marzo del 2016, unas mil 200 personas de 14 caseríos que se aglomeraron en la Alcaldía municipal de Copán Ruinas, occidente de Honduras, dejaron el azadón y el machete para salir a defender su tierra y para decirle a las autoridades municipales que los pobladores e indígenas no quieren a las empresas mineras en sus territorios.

Esta fue una de las primeras manifestaciones públicas que hicieron estas comunidades, ante la información de que la municipalidad de Copán Ruinas autorizó que la empresa Minerales Chortí llegará al municipio a explorar la zona. Se trata de 5 mil 422 manzanas de tierra que están dentro de las concesiones, en las que cohabitan 14 caseríos.

Lo más preocupante y que pone a todos en alerta, es que en la zona también está la sub-cuenca Marroquín que abastece de agua a 30 aldeas, incluyendo a algunos barrios del casco urbano de Copán. Hasta el momento el rumor más fuerte que existe es que la empresa extraerá del municipio de Copán Ruinas, uranio. Los pobladores como Murcia lo saben y dicen que están dispuestos a dar su vida con tal de no dejar entrar la minería a Copán Ruinas.

José Antonio Gálvez, miembro de la Junta de Agua de la comunidad de El Zapote, Copán Ruinas, Honduras.

Es así que el boom minero y la concesión para exploración en Copán a la empresa Chortí, mantienen en alerta a las comunidades de Agua Fría, Cordoncillo, El Caliche, El Malcote, El Quebracho, El Tigre, La Vegona, Llanetíos, Llano Grande, Río Amarillo, Pinalito, Sesesmil I, Sesesmil II, y Sompopero. Son zonas de producción agrícola, nos explica José Antonio Gálvez, de la Junta de Agua de la comunidad de El Zapote. Y para las organizaciones, indígenas, pobladores y ambientalistas, las concesiones para exploración son sólo el inicio del camino hacia la apropiación de los territorios, por parte de las empresas mineras. Y les preocupa que en el corredor de la zona predomina el cultivo del café, cacao, granos básicos y la ganadería. Son cultivos que temen perder si se permite el ingreso de la minera, porque aseguran que la disminución del agua sería inminente, así como la contaminación de los suelos.

“Tememos que venga la mina y nos cambie el ambiente natural y afecte el agua y la tierra. Está en juego el futuro de los hijos. Estamos preocupados porque no tenemos más noticias de qué pasó con las concesiones. La Junta de Agua está lista para no permitir que la minera venga porque nos afectaría las tomas de agua”, explicó Gálvez.

Alejandrina Hernández, integrante del Consejo Nacional Indígena Maya Chortí (CONIMCH)

En Santa Rita, Copán, Alejandrina Hernández, integrante del Consejo de la Mujer, estructura que a su vez pertenece al Consejo Nacional Indígena Maya Chortí (CONIMCH), afirma que se mantienen en reuniones permanentes porque si toca apoyar a sus hermanos de Copán Ruinas, se sumarán a la lucha. “Estamos trabajando el tema, capacitamos a la gente para que entiendan cómo esos proyectos afectan las cuencas de agua con el corte de árboles. Estamos en pie de lucha”, apuntó.

Concesión abarca zona del Parque Arqueológico de Copán Ruinas

La concesión Copán IV abarca la zona que se ubica a una proximidad de un kilómetro del Parque Arqueológico de Copán Ruinas y a dos kilómetros del sitio El Rastrojón, por lo que el Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH), ha tomado acciones para blindar con los decretos que protegen el Sitio Maya de Copán, como la declaratoria de “Zona Nacional de Antigüedades” (1843), hasta el Acuerdo Presidencial No. 185 (junio 1982), que establece a Copán, como Monumento Nacional.

La noticia que el proyecto minero abarca al parque arqueológico y las zonas adyacentes donde se encuentran montículos y esculturas mayas, hizo que el IHAH recorriera la zona concesionada. Fernando López, es arqueólogo y fue la persona que se internó durante tres semanas en la zona concesionada. Caminó desde Agua Fría hacia la frontera El Florido y desde este punto, hasta la comunidad de Los Ranchos. Son zonas inhóspitas, no hay acceso en vehículo, el tránsito se hace a pie.

Fernándo López, arqueólogo del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH), que realizó el estudio.

“Hicimos el recorrido porque es una zona donde hay ocupación arqueológica. Se recorrió todo el terreno. Aunque los representantes de la empresa nunca se han presentado aquí, sí vimos que tocaba los sitios declarados dentro de la parte arqueológica. Es una zona protegida y no se puede instalar ninguna obra de ningún tipo”, explicó el experto.

Con la información obtenida, se elaboró un informe que se envió a la Gerencia del IHAH, explicando los alcances de la concesión, pero hasta hoy, no han tenido ninguna respuesta. Lo que sí confirman tanto las organizaciones, especialistas y pobladores es que la solicitud de la concesión sí se entregó a la municipalidad, en donde se dio “luz verde”, pero con la oposición que se generó, no volvieron a escuchar nada. “No sabemos si eso siguió o si bajo la mesa el proyecto está activo. Nos preocupa porqué cuando hay silencio, no se sabe si es que hay misa negra”, dijo el antropólogo.

Los 70, la década de investigación del uranio en Centroamérica

Si las solicitudes de exploración para las mineras ya alarman a los pobladores, la posibilidad que se busque uranio en Copán Ruinas, les causa mayor temor. No es nada nuevo que en la zona se tenga presencia de ese metal, dicen los pobladores, quienes aseguran que desde hace muchos años hay rastros que ese mineral fue extraído. “La gente nos cuenta que hubo empresas de Estados Unidos que sacaron uranio en los años 50. Todavía hay unos cráteres que se hicieron en esa época y el temor es que según lo que nos informan busquen de nuevo el uranio”, agrega Murcia.

Y no andan alejados de lo que pudo haber ocurrido en el siglo 20. De hecho, al indagar sobre esa suposición y revisar en el pasado geológico de Honduras, resulta de importancia el documento que generó la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA), en agosto de 1977, a través del proyecto Evaluación Internacional de Recursos de Uranio. En el documento se hace referencia en uno de los apartados, denominado “Exploración Pasada”, a que en 1953, la Comisión de Energía Atómica de Estados Unidos, que fue invitada por el Gobierno de Honduras, condujo reconocimientos de uranio en algunas partes del país.

El documento continúa informando en el apartado “Existencias y Recursos de Uranio”, que “un prospecto de uranio fue descrito desde Yamala, área en el noroeste de Honduras. Uraninita y productos de oxidación se producen en asociación con minerales de cobre y mercurio en venillas así como diseminaciones en conglomerados de piedra caliza del cretáceo más bajo, la Formación Ilama. La Formación Ilama es un conglomerado de facies de la Formación de Atima (piedra caliza), ambas en el Grupo de Yojoa”.

Piedras con polimetales, de Honduras

En el apartado “Estado Actual de Exploración”, el documento refiere que para ese entonces, no había información disponible sobre exploraciones en Honduras. Y se aclara que el estado es dueño de la mayoría de depósitos de minerales pero que “podría permitir otorgar derechos para exploración y explotación de subsuelo y que depósitos de uranio y sus sales, torio y sustancias de energía atómica similares están reservados al estado. Ciudadanos y compañías extranjeras, con algunas excepciones, podrían adquirir derechos minerales”.

Y finalmente, lo que llama la atención es que en el apartado “Áreas Favorables para Mineralización de Uranio y Potenciales para Nuevos Descubrimientos”, se establece que “Varios grupos de sedimentos podrían interesarse por la exploración de uranio. Las capas rojas de Todos Santos y la Formación El Plan, son marina poco profunda y por lo tanto pueden contener facies marinas marginales favorables para el uranio. En la Cordillera sur y central, los sedimentos de Valle de Ángeles, particularmente las areniscas, pueden ser de interés. Falta más información en la cual basarse para una mirada más optimista. Se estima que el potencial de uranio en Honduras puede ser por el orden de 1,000 a 10,000 toneladas”, dice el documento.

Uranio: un recurso posible pero no probado

Sobre el tema le consultamos a Rafael Mejía, Ingeniero Químico Industrial, experto en metalurgia extractiva. Mejía ha sido estudioso del tema y afirma que la referencia que tiene sobre la posibilidad de que exista uranio no es en el departamento de Copán, sino en el de Santa Bárbara. “Las posibilidades de uranio, existen, pero todavía no son algo probables las cantidades de uranio para extracción, porque usted puede encontrar un espécimen de una roca que da positiva a uranio, pero es muy poca cantidad”, sugiere.

Mejía conoce el informe de la Agencia Internacional de Energía Atómica. “Llega los años 70 y sale esa información de John Svanholm. Luego, con esa información que se trae del 77, posiblemente ese informe lo usa la agencia canadiense de corporación para venir a buscar uranio a finales de los 70, 80, 81, 82. En esos tiempos utilizaron un cintilómetro para andar midiendo rayos gamas en todo Honduras, en las formaciones que aparecen en ese informe y no encontraron rastro alguno que les dijera que había un potencial de un depósito”, agrega.

Sin embargo, para este experto, que el cintilómetro (instrumento de precisión aplicado para reconocer la cantidad y el tipo de radiación) no haya marcado en décadas pasadas la existencia de uranio en la superficie, no hace que se descarte la probabilidad. “Ese material debe ser muy rico para ser  detectado en la superficie”, dice.

En relación con la estimación de uranio que habría en Honduras, el experto dice, “la prueba de la no existencia no es prueba de que no existe. Sino que hay un potencial, que está muy abierto (de mil a 10 mil toneladas). Está muy abierta la posibilidad de que pueda existir algo”, concluye.

Si es uranio o no, el elemento radioactivo que busca extraer en Copán Ruinas la empresa Minerales Chortí, es algo que no tienen claro las poblaciones alojadas en el territorio concesionado.

La entrega de permisos de exploración y explotación minera sigue siendo un tema del que se carece información y transparencia en los procesos de adjudicación. Las comunidades siempre son las últimas en darse cuenta de que sus territorios les fueron concesionados. Y en este caso, los caseríos de Copán Ruinas están a tientas.

Copán Ruinas, Honduras

Pero, ¿qué opinan las autoridades de Inhgeomin y la empresa Minera a la que se le habrían adjudicado las concesiones para la exploración presuntamente de uranio? ¿Qué mineral se pretende extraer de la zona? En una segunda entrega le daremos a conocer datos sobre un problema que como este, se va haciendo más recurrente en los pueblos del interior de Honduras, en donde también se han adjudicado concesiones mineras.