La historia más conocida sobre la conmemoración del 8 de marzo, como día internacional de la mujer, refiere a las 146 mujeres que murieron calcinadas en 1908. Eran trabajadoras de la fábrica textil Cotton de Nueva York y murieron por las bombas incendiarías que les lanzaron ante la negativa de salir de la fábrica. Protestaban por los bajos salarios y las malas condiciones de trabajo. ¿Qué ha cambiado desde entonces en el mundo de los derechos de las mujeres? Tres beligerantes defensoras de los derechos de las mujeres en Honduras nos dan un breve panorama en este país.
Jessica Sánchez: la impunidad sigue siendo grave
“Estamos conmemorando el día de lucha de las mujeres; recordamos cómo encerraron a las mujeres en Estados Unidos por exigir sus derechos laborales. Es un día de lucha”, dice la Directora del Grupo de la Sociedad Civil y miembro de la Coalición Todas, agrupación que defiende derechos de las mujeres en Honduras.
Para Sánchez, a un año más de conmemoración de este día, hay dos obstáculos que enfrentan las mujeres con matices de gravedad en Honduras: “uno es la violencia, los homicidios y la impunidad que existe sobre esos casos, que es cada vez mayor. En segundo lugar, la violencia sexual que provoca los embarazos en adolescentes no deseados y que es un tema que no se aborda”, dijo.
En medio de esas situaciones, Sánchez cuestiona otros patrones siniestros que han ido cobrando vigencia en torno a las mujeres. “Los casos de asesinatos de niñas y mujeres se elevan más y los forenses explican que los casos que llegan a Medicina Forense, son los más graves. Presentan desgarres, lesiones, enfermedades de transmisión sexual, entre otros”.
Algo que preocupa a las organizaciones es también la violencia hacia las mujeres que se ejerce simultáneamente en los hogares, en la comunidad y en el trabajo.
Siguiendo con la pequeña radiografía de la situación de las mujeres, Sánchez dice que la ausencia de participación política es otro problema que enfrentan. “Salen muchos menos electas las mujeres en este período, que lo que fue el 2013 y eso debe llamar la atención, porque se deben ganar más espacios y no perderlos”, dijo.
Coincidente con los argumentos de la feminista, un informe del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y El Caribe resalta que Honduras está en desequilibrio, sólo un 21.1% de mujeres obtienen escaños en el Congreso, cuando la cuota que se exige es del 40%. “Ni el programa político feminista antes de las elecciones de noviembre del 2017, ayudó a que más mujeres fueran diputadas. La cifra descendió 4,7 puntos porcentuales”, refirió.
Noemy Dubón: muchos derechos ganados han sido quitados
Noemí Dubón es integrante
del Foro de Mujeres por la Vida y afirma que no hay por qué celebrar. Para esta
feminista, si bien la ardua lucha de las mujeres en Honduras ha dejado en el
camino muchos derechos conquistado, muchos se han ido aboliendo. “Por ejemplo
el derecho al uso de anticonceptivos, como las píldoras
de emergencia”, sostuvo.
Dubón coincide con Sánchez cuando de cuestionar el acceso de las mujeres en la participación política se refiere, al igual que el acceso al derecho a la salud plena. “No tenemos una participación en la toma de decisiones y tampoco hay atención médica y prevención de enfermedades como el cáncer de útero y mama. Hay mucho camino que recorrer en el país”, dijo.
Son muchos los temas que para Noemí deben estar en agenda, pero el más importante es evitar la impunidad de los asesinatos de mujeres, que forman parte de la mora judicial.
Merly Eguigure: Las mujeres necesitamos
el ejercicio pleno de ciudadanía
Para la coordinadora del Movimiento de Mujeres por la Paz “Visitación Padilla”, Merly Eguigure, el mayor reto que tiene la mujer en Honduras es el desarrollar el ejercicio pleno de la ciudadanía. ¿Qué implica ese ejercicio? Eguigure dice: “tenemos derecho a vivir una vida libre de violencia, participación igualitaria en los espacios de toma de decisiones, salario igualitario, acceso a la tierra y al crédito. Ni un femicidio más”.
Se conmemoran luchas, dijo, pero no se tienen motivos para celebraciones. “Mientras vivamos como personas de tercera categoría, menospreciadas y relegadas al último lugar en las decisiones gubernamentales, no se puede celebrar este día”, cuestionó.
Tanto Jessica, Noemy y Merly, consideran que el contexto de Honduras refleja la falta de paridad que abre una brecha entre hombres y mujeres. Las entrevistadas insisten en decir que las mujeres en el país cohabitan en un mundo lleno de violencia machista, una brecha salarial importante, abusos sexuales, el escaso acceso a los puestos de poder, las tradiciones patriarcales, acoso laboral y trabas en la educación.
Pobreza y falta de oportunidades, un
binomio siniestro
La pobreza es otra situación que afecta directamente a las mujeres. Datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPALl), determina que por cada 100 hombres que viven bajo esa condición, hay 118 mujeres que no logran generar sus propios ingresos.
En América Latina las mujeres son las que perciben menos salarios, no reciben remuneración por el trabajo en el hogar y tienen poco tiempo para estudiar o crecer profesionalmente. Las mujeres son que se sacrifican por todos y a las que más le cuesta acceder a recursos, pese a que en un elevado porcentaje, son la cabeza del hogar. Por eso, hay una causa común que une y moviliza a las mujeres en países como Honduras y es la hacer valer y respetar sus derechos, porque a pesar de las conquistas alcanzadas, todavía hay una deuda importante pendiente. El informe del Foro Económico Mundial del 2018, afirma que se necesitarán al menos 100 años para cerrar la brecha de género a nivel mundial.
Si bien es cierto que el siglo XXI deja como saldo muchos retos que alcanzar y obstáculos que vencer, también hereda mujeres con mucho más conocimiento y conciencia para impulsar luchas y exigir la igualdad. La lucha ha sido dura; muchas mujeres, como las que opinan en este corto escrito, van ofrendado su vida para que otras tengan mejores escenarios en el futuro.