¡Mataron a Waldi, hermano, mataron a Waldi! dijo Rolando con voz entrecortada. Varios sujetos se introdujeron a su casa, mientras estaba su esposa y su pequeño hijo. Ella lo protegió con su vida. Walgar tenía tres años cuando presenció el asesinato que lo dejó sin madre.
Ese grupo de asaltantes entró a robar a la vivienda de Rolando García, quien trabajaba en ese entonces en el departamento de Contabilidad de la Empresa Nacional Portuaria en Trujillo, Colón, Honduras. Meses más tarde Rolando tuvo que trasladarse a La Ceiba con su pequeño hijo, por el peligro en el que ambos se encontraban.
Los asesinatos de mujeres y femicidios en Honduras, han dejado un estimado de 15, 174 niños huérfanos en los últimos doce años, según el estudio realizado por la Asociación Calidad de Vida.
El estudio cita datos del informe del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), del 2016, en el que se establece que de 3, 5 millones de niñas y niños (unos 266, 037) tenían sus padres o madres muertas, mientras de otros no se sabía si estaban vivos. «De ese total, 47. 572 perdieron a su madre por muerte y de 4.349 no se sabe si está viva la madre».
Los números son escalofriantes y encierran historias de maltratos, abusos, abandono y discriminación, en un contexto en el cual el Estado carece de políticas de protección para los menores que quedaron en estado de orfandad.
Cifras escalofriantes sin política de protección pública
«Necesitamos que haya una política pública integral de protección para estos niños», dijo la directora de la ACV, Ana Cruz, quien recordó que lo que existe actualmente es la figura jurídica de la niñez en riesgo social. Estos infantes, cuyas madres fueron asesinadas, psicológicamente son más afectados que otros que la perdieron en circunstancias menos dolorosas.
“Los menores de edad se quedan al cuidado de sus abuelas o del mismo asesino, lo que los hace más vulnerables. Muchos de ellos no tienen acceso a la salud y educación”, indicó.
De acuerdo con los expertos, el abandono y falta de atención a estos niños que perdieron a sus madres a causa de la violencia es lamentable. El estudio muestra la situación legal en la que caen los niños y niñas huérfanas ya que muchas veces son el centro de un pleito legal ante el sistema judicial, entre los padres del victimario y la familia de la víctima.
Wendy Fúnez, la consultora que realizó el estudio, sostiene que el trabajo se realizó con la intención de conocer la situación de la niñez huérfana a causa de los feminicidios. «Encontramos que hay precariedad; no existe una política estatal particular para atender a la niñez en situación de orfandad por feminicidios. No existen ni siquiera estadísticas actualizadas sobre el tema», subrayó Fúnez.
El estudio se realizó en cuatro municipios donde se han reportado más femicidios: Choloma, Choluteca, San Miguelito y Tegucigalpa. “El Estado debe producir estadísticas para contar el problema y tener la capacidad de tomar decisiones; es la primera vez que se habla de niñez huérfana por femicidios”, afirmó la consultora.
Una ley nueva
La fiscal de Protección a la Niñez del Ministerio Público, Marisol Rodríguez, ve en un proyecto de Ley de Adopciones por ahora se discute en el Congreso Nacional, una alternativa. “Le corresponde a la Dirección de la Niñez, Adolescencia y Familia, una vez que un niño queda en esta situación, aplicar medidas de protección para restituir sus derechos, ya sea colocándolos en familias extendidas o declarándolos en abandono para que puedan optar al proceso de adopción”, argumentó.
Según Rodríguez, se espera la creación de modelos de atención integral para niños y mujeres vinculados en casos de femicidios, así como el diseño de herramientas estatales para recolectar información, estadísticas y trabajar la cultura de denuncia para fortalecer la investigación.
Las cifras oficiales indican que más del 90 por ciento de los asesinatos de mujeres se encuentran en la impunidad. También se reportan más de 10 mil niños (solo en el 2018) que quedaron huérfanos debido a que sus madres perdieron la vida de manera violenta.
Mientras tanto, Nicole, de 9 años, extraña a su mamá, le gustaría enseñarle su libro de tareas, sus notas de calificación, pero ella ya no está: Fue asesinada por su pareja. Hoy, Nicole y sus hermanitos viven con su tía.
Su madre, Ana Rosales de 22 años, fue encontrada semienterrada en un solar baldío de Choloma, Cortés. Era madre de Nicole y de sus hermanitos de 8, 6,5 años, más una bebé de dos meses de edad.
Nicole, sus hermanitos y miles de niños más son las “víctimas invisibles” de los feminicidios que el Estado no logra controlar. Miles de infantes cuyas madres yacen bajo tierra, sin justicia… sin Ley.
