Semana y media ha transcurrido de la controvertida toma de posesión de Juan Orlando Hernández (JOH) como presidente reelecto. Este acontecimiento ha marcado el inicio de una nueva fase de la contienda política entre el gobernante Partido Nacional (PN) y sus aliados, por un lado, y la Alianza de Oposición contra la Dictadura, por otro lado.
JOH ha comenzado la organización de su equipo de gobierno colocando en puestos claves a seguidores incondicionales pertenecientes al Partido Nacional: Presidencia del Banco Central, Secretaría de Finanzas, Secretaría de la Presidencia, Secretaría de Agricultura y Ganadería , entre otros. Esto ha despejado las dudas de algunos sectores que sostenían que JOH apostaría por un gobierno de “integración nacional”, con el propósito de gestionar la crisis. Todo lo contrario, es muy clara la determinación de continuar profundizando el modelo neoliberal, extractivista y patriarcal. Teniendo como soporte la continuación de la militarización que esta conduciendo a la supresión de libertades democráticas básicas.