Durante el periodo de la presente cronología, del 09 de noviembre de 2015 al 10 de enero de 2016, el contexto dela ciudadanía indignada ha estado caracterizado por cuatro elementos:
1) Las negociaciones intensas del Gobierno de Juan Orlando Hernández y la Organización de Estados Americanos (OEA) acerca de los alcances y límites que tendrá la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH).
2) Las demandas de organizaciones de la sociedad civil para que la MACCIH sea autónoma e independiente.
3) La continuidad de las “marchas de las antorchas”.
4) Las presiones del gobierno de los Estados Unidos para que se instale un organismo de lucha contra la corrupción y la impunidad en Honduras.
En noviembre del 2016 llegó a Tegucigalpa una misión técnica de la OEA, la cual se reunió con algunos sectores de la sociedad hondureña para socializar la propuesta de la MACCIH y a la vez recoger observaciones y recomendaciones. En este diálogo se enfatizó que la MACCIH debía contar con independencia funcional para poder investigar los casos de corrupción con autonomía, contar con un presupuesto propio e incorporar en sus competencias la lucha contra la corrupción empresarial y el financiamiento de las campañas políticas. Un sector de la sociedad civil también demando que se instale, como parte del proceso, un observatorio ciudadano.