La coyuntura del mes de noviembre amerita hacer una breve reflexión en algunos hechos y episodios que continúan delineando un panorama poco halagador a favor del fortalecimiento de la democracia. Para el caso, el juicio contra el periodista David Romero Ellner, sigue representando parte de las estrategias del Gobierno para callar a los medios de comunicación que no están alineados con su política de concentración del poder y de tolerancia a la corrupción y la impunidad en altos funcionarios públicos.
El destape de nuevos casos de corrupción y evidencias de altos funcionarios del Gobierno involucrados en casos de tráfico de influencias y abuso de poder, debilita el discurso del Presidente Juan Orlando Hernández referido a que está haciendo esfuerzos por combatir la corrupción y comprometido con la transparencia. Y, aunque estos hechos continúan legitimando la propuesta de la Comisión Internacional Contra la Corrupción y la Impunidad en
Honduras, el gobierno persiste en su idea de hacer a un lado esa demanda y fortalecer la propia.
En ese sentido, el Gobierno ha logrado invisibilidad de la propuesta de la CICIH que impulsan los movimientos sociales y la ciudadanía indignada, en tanto continúa adelante con su propuesta y fortalecimiento de la Misión de Apoyo para el Combate a la Corrupción y la Impunidad (MACCIH).
