“¿Cuánto tiempo más tendremos que esperar para ver un año sin calamidades en nuestros campos, en nuestros bosques, en nuestras comunidades? ¡En un tiempo atrás fue la minería, ayer la sequía y hoy el gorgojo!”…esa fue la pregunta y la expresión de una mujer campesina entrevistada en un medio local, al momento de referirse sobre los destrozos dejados por el gorgojo descortezador, que ha implicado la devastación y pérdida de cientos de hectáreas de bosque en el territorio nacional.
La indignación no es para menos. El Gorgojo existe mucho antes de que el cambio climático acampara en la región Centroamericana, y en Honduras este fenómeno encuentra un contexto para su desarrollo que es necesario analizar. Por un lado, porque desde los gobiernos han sido nulas las políticas públicas para hacerle frente a semejante epidemia forestal. Por otro lado, porque el costo ambiental producido por la quema de los bosques, la deforestación y las sequias, son elementos que determinan en gran parte la avanzada del gorgojo en los últimos años.
Dando seguimiento al monitoreo de los Recursos Naturales en el país, durante los meses de agosto-octubre, desde el CESPAD dedicamos este espacio para abordar el tema del gorgojo descortezador, para conocer la evolución histórica de este fenómeno y el costo ambiental, social y económico que está dejando, así como para esbozar la debilidad en la gobernanza forestal del país para hacerle frente.