El costo ambiental, económico y social de la explotación y extracción minera en Honduras y la dinámica de una serie de movimientos sociales y territoriales que ponen en cuestionamiento el accionar extractivista de las compañías mineras que laboran en el país, son el conjunto de hechos que continúan dibujando el contexto en Honduras, relacionado con los Movimientos Sociales y la defensa de los territorios y de los recursos naturales.
El período entre junio-agosto estuvo marcado por tres grandes eventos. Primero, las declaraciones vertidas por el viceministro de la SERNA, sobre los beneficios económicos que ha dejado en los últimos dos años la explotación y la extracción minera para las arcas del Estado. Segundo, el desarrollo en nuestro país del Cónclave Mundial de Minería,
que dejó como resultado concreto, acuerdos y pactos entre las élites locales, regionales e internacionales, para seguir impulsando el rubro minero en Honduras. Tercero, una serie de manifestaciones sociales por parte de movimientos sociales y territoriales, exigiendo al Gobierno que cesen: las políticas concesionarias que permiten el saqueo de los recursos naturales, la depredación del medio ambiente en manos de las transnacionales y un alto a los desplazamientos poblacionales forzados.
Bajo este complejo contexto, desde el CESPAD, nos preguntamos ¿Qué modelo de desarrollo económico está detrás de este proceso de explotación y extracción minera? ¿Cuál ha sido el costo económico, ambiental y social de la explotación minera en Honduras? ¿Bajo qué dinámica los movimientos sociales y territoriales vienen resistiendo y enfrentando está avanzada del Gobierno y de las compañías mineras? Trataremos de ubicar al lector en contexto y ofrecerle miradas integrales, que le ayuden a comprender la serie de noticias relacionadas con el tema abordado.
